ESTAMOS PUBLICANDO AHORA LOS RELATOS DE: GÉNERO: "LIBRE"; TEMA: "EMPECEMOS JUNTOS".

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miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿TE GUSTA ALGUIEN?

El amor platónico es una de las expresiones imprecisas en las cuales se concede una importancia más espiritual que sensual al amor. Propiamente hablando, es una elevación filosófica de la manifestación de una idea hasta la contemplación de la misma, que varía desde la apariencia de la belleza hasta el conocimiento puro y desinteresado de su esencia. Es una forma de amor y amistad en que no hay un elemento sexual o este se da de forma mental, imaginativa o idealista y no de forma física. (Wikipedia)




Aún se estaba deslizando en el mundo de los adultos. Ya no era una niña, ni tampoco una mujer. ¿Quién era? Según sus profesores: una joven que tenía que prepararse para el futuro; sus padres por primera vez le habían fijado una hora de vuelta a casa en sus salidas los sábados por la tarde. Estaba hecha un lío, los empleados del Club Náutico insistían en que era una ‘señorita’, así que cada vez que trataba de introducirse en el vestidor de ‘señoras’, un dedo amenazante con la uña pintada de rojo, la enviaba nuevamente al de ‘señoritas’. O sea que era una señorita, fuera lo que fuera eso, aunque sin las connotaciones vejatorias que esa palabra comportaba para las que habían pasado una cierta edad y seguían recibiendo ese apelativo.


En aquella época, se celebraban verbenas a las que acudían los estudiantes de bachillerato de la ciudad. En ellas se encontraba con los chicos de su edad a los que por primera vez no miraba como compañeros de juegos. Las niñas por un lado, los chicos por otro, contemplándose, riéndose y fingiendo seguridades inexistentes. Vestida con minifalda, blusa con corbata y medias por la rodilla conoció a aquel chico un poco mayor que ella. Un día la sacó a bailar y ella, temblando, le contó alguna tontería al oído. La amiga que la había acompañado bailó a su vez con un amigo de éste y el aire cambió de textura de repente. El personaje era justo el adecuado para cubrir ese hueco que había en el sitio correspondiente a la respuesta de la pregunta: ‘¿te gusta alguien?’ que todos repetían a su alrededor. Empezó a contestar que sí, que le gustaba un chico. Cuando le preguntaban el nombre, el corazón se le aceleraba y un calor insoportable le subía desde la boca del estómago. El caso es que hasta pronunciar su nombre le quemaba la voz y la mayor parte de las veces lo calló.

Tal era el grado de idealización por haber encontrado una respuesta a la pregunta que otras contestaban con tanta naturalidad que empezó a convertir a aquel ser en un individuo que poco tenía que ver con lo que era en realidad. Lo sacó de contexto y lo fue convirtiendo en un ser mítico con cualidades humanas superiores que aparecía en sus fabulaciones vestido de guerrero, de santo o de lo que hiciera falta para adaptarlo al contexto en el que lo pensara. Una compañera de clase al enterarse de su interés le trajo del álbum familiar una foto en la que se veía al muchacho de pequeño sonriendo a la cámara con una pelota en sus manos. Aquella foto era un tesoro que ocultar. Ya tenía un secreto y una foto que testificaba su secreta pasión. La guardaba en el libro de Ciencias Naturales y cuando nadie la veía la miraba, la tocaba, e incluso, la besaba furtivamente. La foto y ella vivían un amor imposible y se acompañaban mutuamente, la locura de lo infundado y la imposibilidad de lo pasado. Aquel niño ya no existía, justo como su pasión, ambas carecían de entidad.


Hay que añadir que el objeto de tanta inquietud no tuvo más que leves sospechas al respecto, observaría un nerviosismo inusual a su paso, alguna risita desafinada, pero nunca nada ocurrió que confirmara sus improbables sospechas.

Pasó el tiempo y aquella emoción intransitiva fue remitiendo. Él marchó lejos a estudiar y ella encontró otros destinatarios para sus sueños. Vendrían tiempos de temblores y nerviosismo que harían que pasara gradualmente de la mera contemplación a la acción. Pero aquel ser inadecuado, que en nada se parecía al retrato que su corazón había hecho de él, despertó en ella el acceso a su madurez. Le enseñó, sin saberlo, a sentir que su corazón era capaz de experimentar sensaciones hasta entonces desconocidas. Y, sobre todo, fue el que puso en su boca y en su alma la necesaria respuesta a la pregunta: ‘¿te gusta alguien?’.

Sinkuenta

18 comentarios:

Autores Reunidos dijo...

Alicia, qué ternura de texto. Has expresado con exactitud (al menos para mi) alguna sensación en mis años de uniforme y medias hasta la rodilla. Cabello recogido y libros sobre el pecho, tapando aquello que crecía y nos hacía blanco de las miradas del "otro bando".
Las carpetas repletas de fotos de James Dean y una guitarra a quien contarle ese nombre innombrable.
Gracias, Alicia.
Lindo, me llegó hasta dentro sin darme cuenta, sin dejar herida.
Un beso. Es una delicia leeros a todos.
Natacha.

Esther dijo...

que bien descrito ese primer hormigueo en el estómago al gustarte alguien por primera vez,esa obesión sana por alguien de querer verlo, sentirlo y conformarte con una foto para darle un beso,es maravilloso de verdad

Un beso

Patricia López dijo...

Alicia queridísima, una dulzura total me desborda.
Sinceramente, me ha encantado en su totalidad. Me ha gustado tanto el contenido como la narrativa, la forma de expresión elegida que envuelve al lector en aquellas sensaciones bellas de la adolescencia.
Un beso grande, hermana mía.

Layla - Noche Hermosa dijo...

ahhh..(suspiro), ese primer amor...ese tan platónico, el que nunca se pudo concretar...tienes razón, esa primera sensación, nos permite conocer que ya no somos niños...y pasamos a esa transición entre "señorita" o "jovencito".

Me hiciste recordar a mi, en el cole..con trenzas y libros en manos..viendo desde el patio de recreo aquel chico..mi amor platónico de infancia :)

Muy bonito. Alicia.

Ana Garcia dijo...

¡¡Qué recuerdos tan bellos Alicia!! He revivido alguna escena, aunque en este caso mi amor platónico durante 4 años era mi profesor de francés, era el doble de John Travolta, entonces estaba la película Grease de estreno, madre mía, estaba como un tren!! ... y yo con la baba colgando sobre los libros, jajaja

Me ha gustado muchísimo tu relato y recordar viejos tiempos.

Un abrazo Alicia

I. Robledo dijo...

Lo mas humano del cuento es que todos alguna vez hemos vivido eso que en el se describe tan maravillosamente.

Felicidades por tan bella manera de contar esos sentimientos...

maestra ciruela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
alicia barajas dijo...

Gracias por esos bonitos comentarios. Yo sí que soy afortunada de estar en este maravilloso proyecto. Gracias a todos. Un beso

Soñadora dijo...

Cuanta ternura despiertas con este relato! Y que importante era para uno a esa edad, poder responder a la pregunta de ¿quién te gusta? Ese hormigueo interior y ese sonrojar de rostro.
Que hermoso es disfrutas de cada uno de los relatos aqui publicados. Una felicitación de corazón a todos.

MRB dijo...

Sinkuenta:
Felicitaciones por tu relato. Me ha suscitado interés, señal para mí de que el escrito me ha gustado.
Lindo recordar esos momentos que todas hemos pasado.
Te mando un beso,
Shanty

Emig dijo...

"despertó en ella el acceso a su madurez. Le enseñó, sin saberlo, a sentir que su corazón era capaz de experimentar sensaciones hasta entonces desconocidas".
Sinkuenta :)

Me gusta cómo describes. Es como abrir un abanico de palabras y van saliendo coherentes y precisas, así como hermosas, haciendo que te sitúes tranquilamente, sin tener que imaginar más de lo que lees... una lectura que te invita a entrar, como he dicho, tranquilamente.
El párrafo que he extraido al inicio del comentario me encanta. Para mí es la descripción perfecta, la que se descubre y se valora porque es un aprendizaje interior y de los más hermosos.

Mi felicitación y mi sonrisa de satisfacción tras leerte. Gracias.

Un beso

Jorge dijo...

Es a la vez relato de amor platónico y de transición a una nueva etapa, un final y un nuevo principio. Una mirada particular de un proceso de crecimiento comun a todos, pero no por todos vivido de la misma forma.Bello relato y original como los anteriores.

Conchi dijo...

Alicia, me ha encantado tu relato. Creo que si no lo hubieras firmado habría adivinado que tú eras la autora. Me gusta tu forma de escribir. Me gusta leerte. Creo que llegas al lector y eso es lo más importante para el escritor.
En cuanto a la temática has cogido la de los sentimientos comunes a todas las "señoritas" (supongo que también a los " muchachos"). Te felicito.
Un abrazo.
Conchi

Marinel dijo...

Un amor primero, un amor difuminado en el tiempo, pero imperecedero en la memoria.Unas sensaciones que se graban para siempre y quedan en el recuerdo...
Precioso de verdad.
Un beso.

Bowman dijo...

Fantático texto sinkuenta. Has conseguido poner en papel sentimientos que todos (seguro) hemos albergado alguna vez. Y además la lectura es muy amena y sencilla, no me pierdo en ningún momento y lo leo de corrido sin titubear ni volver atrás para repasar. Me ha encantado.

Y también me ha retrotraído a mi tímida juventud (en la que no era capaz de acercarme a ellas ni aunque me empujaran por detrás y ellas tiraran desde delante, ja, ja). Incluso la foto, que echo a una un amigo y me regaló para mi cumpleaños, firmada con un "para mi amigo desconocido", ja, ja.

¡Qué tiempos! Y que bien los has descrito

Sendieva dijo...

Mi querida Alicia, esa manera tan natural de escribir me encanta, ¡es tan tuya!!!

Es pregunta no se en los chicos, pero en ellas a esa determinada edad, era la más típica, yo me ponía tan colorada que ya se veía que por alguien estaba atontonada jajaja, pero claro, ese calor, hacía que se bloquearan las palabras…

Me encantó leerte como siempre, muchos besos.

AHEO dijo...

De verdad que con el texto haces que regrese a aquellos tiempos (aunque sinceramente, las sensaciones esas suelen volverse a vivir jeje)me ha parecido una maravillosa descripción de cuando observas a quien te arranca los suspiros.
Me ha gustado mucho!
Haydeé :)

Leznari dijo...

Alicia que cierto es, el Amor plátonico no sabe de sexo solo de sentimientos.
Que bonito me ha parecido el tuyo, desprende ternura.
Besitos.
LEZ