ESTAMOS PUBLICANDO AHORA LOS RELATOS DE: GÉNERO: "LIBRE"; TEMA: "EMPECEMOS JUNTOS".

ÓRDEN DE PUBLICACIÓN EN EL LATERAL DEL BLOG. DISFRUTAD DE LA LECTURA, AMIGOS.


viernes, 25 de diciembre de 2009

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Queridos Autores, queridos amigos,
Los Príncipes os desean, con todo su cariño...




¡¡Feliz Navidad!!




Sed buenos, pero no sólo ahora, sino todo el año.

Os queremos... tanto como el resto de los días.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

CAPONATA INQVISITIO

Corazones fosilizados de un pobre diablo y de un bello “serafín”


Cualquier persona que haya cursado estudios, siquiera elementales, de “Petrología Recreativa” es conocedora de que el corazón de los ángeles, cuando estos fallecen, suele mineralizar en bellas formas geométricas, que en el caso de los “serafines” adopta un sugerente aspecto triangular que desde siempre ha llamado la atención de Antiqva cuando este, paseando por el campo, se ha topado con alguno de estos angélicos fósiles.

Igualmente, es también conocido que los demonios, cuando fallecen, a pesar de haber sido también creados por el Altísimo, fosilizan en formas que se manifiestan revestidas de un aspecto material claramente “grosero”. Todos sabemos, además, que a los demonios se les castiga, desde tiempos inmemoriales, haciendo que las piedras en las que se reencarnan sus tristes corazones, tengan grabado a fuego en su corteza el mapa de alguna de las más siniestras regiones infernales.
Todo esto, insistimos, es conocido por cualquier persona que en su juventud haya cursado unos mínimos estudios de “Petrología Recreativa”. Hasta aquí, en esta crónica, no aportamos nada nuevo. Son cosas sabidas. Eso si, ilustramos este trabajo divulgativo con las imágenes de los fosilizados corazones de un pobre diablo y de un bellísimo “serafín”, que seguro que el avispado lector sabrá distinguir de inmediato.


Inscripción sepulcral de un “Familiar” del Ilustrísimo Santo Oficio de la Inquisición


Como absoluta novedad, sin embargo, podemos anticipar que Antiqva, tras unas investigaciones rigurosas llevadas a cabo en cierto templo en el que fueron enterrados hace siglos algunos “Familiares” de la Santa Inquisición (aquellos férreos guardianes de la fe, que no dudaban en acusar de herejía a cualquier persona del barrio que les despertara la más mínima sospecha), ha llegado a descubrir que los dedos índices de estos siniestros personajes, cuando murieron, quedaron fosilizados en forma de “Caponata”, nombre que nuestro investigador ha otorgado a todas esas piedras, desgraciadamente tan abundantes en la Naturaleza, que se brindan rematadas por una sugerente superficie plana que resulta apropiada para con ella, por ejemplo, “arrear” capones a los atemorizados vecinos de alguno de esos tipos siniestros que actuaban como “Familiares” del Santo Oficio.

Como anexo documental a este estudio aportamos las imágenes de uno de esos temibles dedos fosilizados de Inquisidor, así como la lápida sepulcral de alguien que cuando falleció quiso dejar constancia para toda la eternidad de que cuando vivió había actuado como “Familiar” del Ilustrísimo y Santo Oficio de la Inquisición.


“Caponata” (dedo fosilizado de un Santo Inquisidor)


Para finalizar esta reseña, queremos informar al lector de que el resultado de este sorprendente trabajo de investigación realizado por Antiqva va a ser publicado en la prestigiosa revista “La Nouvelle Historie Cotidienne” en el número correspondiente al próximo 28 de diciembre. En efecto, hemos podido saber que nuestro hombre, al fin, tras toda una vida dedicada a la investigación, ha conseguido que una publicación científica haya admitido uno de sus insólitos trabajos. Cuentan los que lo conocen que desde que ha tenido conocimiento de la noticia Antiqva está enloquecido… Una felicidad inmensa embarga su ánimo… Y, ciertamente, no es para menos… Al fin, por primera vez en su vida, el resultado de una de sus peculiares investigaciones será publicado en papel… Luego, como todos los artículos de “La Nouvelle Historie”, su estudio titulado “Caponata Inqvisitio” será procesado en las bases de datos de las más prestigiosas bibliotecas del mundo… Será entonces, gracias a su inclusión en los archivos y listas bibliográficas, cuando el nombre del autor, Antiqva, habrá de arribar, al fin, a una feliz existencia de eterna inmortalidad…

ANTIQVA

lunes, 21 de diciembre de 2009

LA PRMERA VEZ QUE LA VI

"Juveniles amores, que duraron tan poco, sois el alba y la mañana de nuestro corazón, hechizad al niño que fuimos con un éxtasis único, y al caer de la tarde, cuando llega el dolor, consolad nuestras almas, deslumbradas aún, oh juveniles amores, que duraron tan poco".

Victor Hugo



En un cuaderno:
La primera vez que la vi, la miré con estos mis ojos que el sol ebrio de luz ni las miles de estrellas titilantes que engalanan el cielo no habían conseguido deslumbrar; mi corazón, que hacía un segundo antes era sólo una máquina de bombear sangre, habló con su propia voz, latiendo muy fuerte, la primera vez que la escuché.

Pero yo era un tipo igual que los demás, tal vez un poco más soñador que cualquiera, mientras ella era una chica transparente como un cristal: Hola, me llamo Ana, dijo, y me contó que iba en la preparatoria y que le gustaba el rock, Guns & Roses y algunos nombres más.

Su cabello lacio y negro bajaba hasta el cuello, vestía pantalones estrechos y una playera oscura. Detrás de su fachada de rebelde había una niña que a su vez encerraba un misterio que seducía mi espíritu.
Yo respondí con una timidez que no me era propia: Hola, me llamo Carlos.

En un cuaderno:
La primera vez que la besé, el tiempo se detuvo, la dicha se alargó y el mundo hostil, rueda descomunal que a su paso y sin miramientos nos aplasta, se transformó en un idílico refugio para nuestra juventud.

Frecuentemente asistimos al cine, al teatro y otros lugares, pero lo que más nos agradaba era estar solos y conversar. Nos tendíamos en la yerba, a través de las ramas de los árboles mirábamos las nubes siendo empujadas por la mano del viento:

-Me gustas –me confesó uno de aquellos días -, eres único, tú dices cosas que acarician el alma…

Escucha esto -una vez que viajábamos en autobús, complacida me mostró una canción que yo no había oído antes-: “Voy a perder la cabeza por tu amor, porque tú eres agua, porque yo soy fuego y no nos comprendemos, yo ya no sé si he perdido la razón, porque tú me arrastras, porque soy un juego de tus sentimientos…”
La música de Bunbury, nuestro cantante favorito, ondulaba por el aire y se entrelazaba dulcemente con el hálito de su voz. En aquel instante se me ocurrió lo inesperado, mejor dicho, ocurrió lo inesperado: la quería, la quería mucho, tanto que... Las palabras son insuficientes. Nos despedimos. Más tarde, acostado en mi cama, no cabía de gozo y gratitud; repasando el día que entre resplandores amarillos anunciaba su fin, se me vino a la mente un poema de Octavio Paz que trajo el sueño a mis párpados azules: amar es combatir, si dos se besan el mundo cambia, encarnan los deseos, el pensamiento encarna, brotan alas en las espaldas del esclavo, el mundo es real y tangible, el vino es vino, el pan vuelve a saber, el agua es agua… Y habría podido morir en paz, recitando la oración en silencio, pero me dormí.

Nosotros pensábamos saberlo todo, lo importante, al menos, y no estábamos equivocados, incluso tuvimos presente, en medio de un mar de alegría, que todo se acaba, que la Hermosa Vida, según la profecía de Jaime Sabines, la iríamos llorando –es el destino de los amorosos-, y hablando de profecías, ¿cómo olvidar el episodio de la extravagante gitana que, el último día que pasamos juntos, barajó sus cartas para decirle, meneando la cabeza, “sufrirás por amor”?

Presa de un sentimiento inenarrable, me miró, pero tras alejarnos con lentitud de la carpa, dándome las gracias, me abrazó. También yo sabía lo que quería significar, el adiós definitivo; ya lo dije, éramos dos chiquillos inexpertos que lo sabían todo.

Carlos (Hiletrados)

sábado, 19 de diciembre de 2009

MI PRIMERA VEZ

Siempre me imaginé que mi primera vez sería mas fácil, que sería tan sencillo como ponerte a ello, probar, probar hasta que el ideal para ti te dé al ojo.... acomodarte en él, sentir la suavidad de toda su piel y disfrutar de ese placer de sentirte un poco mas atractiva, como más mayor, más en la línea de las demás.

Es un paso que pronto o tarde todas damos y yo, la verdad, iba un poco retrasada del resto de las chicas de mi edad.

Como es algo que todas acabamos comentando no lo puedes ocultar y además esta muy claro que cuanto mas evitas hablar de ello mas te sacan el tema para ponerte en apuros o a prueba.

Surgen entonces preguntas como ¿y tu cuando piensas ponerte a ello? , ¿Todavía estas así sin nada de nada?, ¿no ves que a los chicos les gustas mas y te hacen mas caso si los tienes puestos?, ¿que crees que porque lo retrases no te va a doler?

...Pues eso, hablando de doler.........

Al principio; entre la novedad, los nervios y la ilusión, ni te das cuenta de las molestias y el dolor que te va a provocar. Quieres ser como las demás y dejar de que de una vez y por todas de ser una niña. No quieres que se rían de ti.
No sabes si vas a estar a la altura de las demás. (Algunas, incluso, pueden pasar el día con dos de diferentes tamaños).

Ni tan siquiera te planteas que puedas hacerlo tan a menudo como las otras de clase que parecen tan acostumbradas a ponerse a ello, incluso todos los días.
Yo pienso que me conformare si lo puedo hacer los fines de semana para empezar e irme acostumbrando, que ya es bastante.

Esto es algo que hay que pasar para hacerse mujer, e insisten :"¡ya verás cuando lo pruebes y pases los dolores de las primeras veces, luego ya ni te molestara y te vas a reír cuando recuerdes tus primeras veces"...............

...."Y debe ser así", me decía para mí, porque así les he oído hablar a otras mujeres, incluso a mi amatxu, a la vecina, a mi tía......... y todas coincidían en lo mismo: al principio duele , pero luego terminas acostumbrándote y acaba gustándote...........

Y yo pensaba: ¿por que a los hombres no les duele? acaso somos de una raza extraña o distinta ¿Acaso ellos no tienen lo mismo que nosotras?
Parece ser que no. Aunque les debe doler también en la punta, no es tanto como a las mujeres y ¡es que tiene que ir tan encajado! No puede ir nada doblado,¡eso si que debe doler y de lo lindo!

Y es que, no es el simple hecho de meterlo, la cosa viene dura cuando hay que aguantarlo dentro y ¡con todo el movimiento y el peso del cuerpo, que esa es otra! solo de pensarlo me entraban sudores, no sabía si aguantaría yo ese trajín!


Es verdad es que en la primera vez que me vino bien dejarme llevar por alguien con mas experiencia. Se lleva mejor con ayuda para que no te sientas desorientada. Saber elegir no es fácil entre tantos y más cuando no sabes como te va a resultar. ¡Todos parecen tan buenos al principio!
Alguien que me pudiera decir que ponerme para protegerse, como no lo debía poner para que no tenga peores consecuencias y no hacer el ridículo.

El caso es que, para mi primera vez, elegí uno de piel suave, de un tono pelirrojo, pero que resultó ser mas duro de lo que parecía a simple vista y a pesar del uso que le dí, nunca terminé de acostumbrarme a su falta de delicadeza. Me salieron mis primeras durezas hasta en el corazón.

Aunque, por mi falta de experiencia, me pareció que estar a altura de las circunstancias era una prueba dura, ahora sé que el..................................................................................................................................................................
.................................................................calzado que elegí no fue el más adecuado ..............................................................................................................................................................................................................................................................................

para MI PRIMERA VEZ QUE ................. USÉ ZAPATO DE TACÓN.

Alosia.

jueves, 17 de diciembre de 2009

LA PRIMERA VEZ QUE FUI AL INSTITUTO

Estaba muy nerviosa, tanto que ni siquiera había dormido. Era la primera vez que iba al instituto. Pero cuando conocí todo aquello, no me pareció tan desconocido. Fui acostumbrándome a todo aquello, día tras día, semana tras semana, mes tras mes, hasta que cada vez que iba a alguna zona de allí, no parecía raro. Había ido a todas las zonas menos al rincón en el que los mayores se quedaban todos los recreos.

Decidí investigar esa zona y averiguar “que se traían entre manos” los chicos de 4º curso. Cogí mi libreta de apuntes y un bolígrafo. Me fui acercando disimuladamente a aquel lugar con mis amigas, que me apoyaban.

Y lo vi todo. En ese extraño rincón, el rincón más escondido que quepa existir, había una puerta.
En uno de los días hice rabona, y, a la segunda hora, me dirigí a aquel lugar. Abrí la puerta y vi un estupendo lugar; parecía el cielo o el paraíso.

Tenía estupendos lagos y cataratas, hermosos y espléndidos árboles con flores y fruta.

Me introduje en el lugar y por el bosque vi a seres que solo existían en los libros de fantasía. Y en el cielo vi a unos pájaros extraños que ni siquiera estaban en los libros … ¡¡¡Eran libros!!! No me lo podía creer, los pájaros eran libros que actuaban como ellos.

Aquello me impactó cantidad.

Seguí andando y varios seres me saludaron como si me conocieran de toda la vida.
Y allí vi a unos cuantos de chicos de más o menos, la edad de mi hermano, quince años.
Estaban tumbados en un césped que había junto a una catarata que desembocaba en un lago en el que había, ninfas medio desnudas.

Normal que todos hicieran rabona.

EsoS chicos, al verme, se levantaron como asustados corriendo y se fueron, como si fuera un bicho.
LLamé a esas ninfas y éstas que se dieron la vuelta, se sumergieron bajo el agua y se convirtieron en sirenas.
Seguí andando y encontré a un centauro que embistió contra mí.

- ¿Por qué me atacas? – dije esquivando su ataque- ¿Acaso crees que te voy a hacer daño? ¿Me ves como un bicho raro o qué?

-¿Es que no te has visto? – me respondió en centauro- Tienes la pinta que suelen tener los monstruos malignos.

- ¿Que yo qué?

Fui a mirarme en el estanque de agua que había más cercano. Era verdad, mi rostro había cambiado por completo. Parecía un demonio.

Entonces dije:

- No, no puede ser, esto no puede haber ocurrido; ¡no, nooooooooooooooooo!

Me desperté exhausta, todo había sido un sueño, y que sueño. Aún no había comenzado el primer día de instituto.

Cuando llegué al instituto, me dí cuenta de una cosa … todo era igual que en el sueño: los chicos los rincones, las clases, el gimnasio, los profesores, todo …

CONTINUARÁ...
Rocío

martes, 15 de diciembre de 2009

UNA NOCHE, DOS HISTORIAS

* ÉL




Dibuja lenta y cuidadosamente con la yema de los dedos formas abstractas sobre el suave y terso lienzo de su espalda, mientras ella duerme plácidamente. Bordea cada curva, resaltando los besos que hace tan sólo un instante tatuó. Cada relieve es una obra de arte que quisiera enmarcar.

Desea abrazarla, besarla y volver a amarla una y otra vez, sin que importen el tiempo, el lugar, el día o la noche, solos los dos, pero no quiere despertarla. Incluso dormida, es la criatura más hermosa que ha conocido y seguro conocerá. Siempre supo que era perfecta, pero nunca imaginó que tanto. Disfruta observándola respirar pausadamente con una sonrisa dibujada en los labios, mientras sus pupilas juegan bajo sus párpados guiadas por algún sueño. Daría todo lo que tiene por estar dos minutos dentro de sus sueños y sentir en su propia piel, lo que ella siente. Unirse a su mitad.

El sol empieza a iluminar tímidamente la estancia, aún perfumada por las velas ya consumidas que encendió para ella. El baile de sombras que produce el brillo vacilante de sus llamas la relaja, la hace sentirse segura y arropada. Y él lo sabe. El reproductor parpadea reclamando su atención. Hace horas que el CD terminó, pero no quiere levantarse y dejar de acariciarla, de notar su calor bajo las sábanas o su sabor todavía en los labios. El aroma de su piel. Quizás desaparezca si deja de observarla.

Recuerda como, tan solo unas horas antes, ella aterrada y temblorosa entre sus brazos, le susurraba que la tratase con cuidado y ahora duerme sin miedo, ajena a todo lo que la rodea. Feliz. Quizás no sea lo que esperas de mí, llegó a decirle. En ocasiones era tan boba, que resultaba encantadora. Una niña pequeña que solo reclama cariño y comprensión. Eso era lo que lo había enamorado. Jamás había amado tanto a nadie y quería hacerla sentirse única y especial. Las velas, la música, todo…. Mil besos y mil caricias, hasta llegar a ser uno dentro de un bucle de pasión.

* ELLA




Suaves caricias delimitan el contorno de su cuerpo sobre las sábanas y mil besos la hacen estremecer. Sabe que la quiere más que a nada en el mundo y que haga lo que haga jamás le hará daño. Sería como herirse a sí mismo. Confiada se entrega, sin presentar la más mínima defensa.

Poco a poco, y tan despacio, la va despojando de sus ropas, bañando cada milímetro de piel que descubre con cálidos besos. No siente vergüenza, sólo la necesidad de amar y ser amada. Su cuerpo ya ha dejado de pertenecerle. Ahora él es su dueño y sabedor de su conquista, victorioso recorre sus dominios. Sus manos y sus ojos viajan desde el cielo del azul de sus ojos hasta el más profundo de sus secretos, provocando descargas desconocidas hasta ahora para ella.

Sin más preámbulos, la encarcela bajo su cuerpo. Sus brazos son barrotes irrompibles de los que no quiere huir y su espalda el techo que la protegerá del mundo. Cada uno de sus poros bebe de la fuente que mana de su piel. Lentamente, de forma suave pero sin atisbo de miedo, la hace suya, convirtiéndose en uno. El placer supera al dolor. Sus piernas lo hacen rehén. No lo dejará escapar tan fácilmente, no después del tiempo que llevaba esperando encontrarle.

Un baile de movimientos rítmicos y dos cuerpos en perfecta sintonía. Cada uno de los balanceos de él, dibuja una estrella en el techo. Le ama cada vez más, más y más, llegando a renacer. Su cuerpo desaparece y sólo queda ella flotando en un universo de desmesurado placer. Exhausta y feliz se deja llevar por Morfeo, mientras él le susurra al oído “Te quiero”.

Seo

domingo, 13 de diciembre de 2009

LA CRUZ VENGATIVA

Por primera vez...hubo una cruz vengativa...

Rahuger había pasado su niñez entre colinas limitadas por fosos y murallas.
Su tribu se había destacado en la construcción de armaduras y arneses para sus caballos .Sin embargo él amaba el mar. Así decidió llegar a una región extraña a su cultura, un lugar del que nada conocía.

El brujo de su tribu le había aconsejado que no se alejara de su pueblo, pero Rahuger buscó su destino lejos de su patria. Así tan lejos hizo muchos amigos, pero había alguien que quería eliminarlo. Los días del aventurero no fueron felices y finalmente sólo una cruz recordaría su existencia.

Una cruz de troncos muy torcidos indicaba el lugar donde había caído Rahuger.
Era a la orilla de un camino perdido donde casi nadie pasaba.

Alguien que había visto todo desde un montecito vecino, clavó esa cruz.

Su cuerpo no estaba allí. Alguien amparado por la noche o quizás el asesino lo habría arrastrado hacia un lugar donde nunca lo hallarían.

Siempre estarían temblando las dudas con suposiciones sobre por qué y cómo lo mataron.
Cerca, en la vieja taberna, comentaban sobre Rahuger. No tenía familia y había vivido como peón en distintas estancias.

El asesino, cuando volvía a su rancho pasaba por ese lugar para no alargar el camino, pero siempre ocurría lo mismo, su caballo se transformaba al llegar a la cruz. De sus fauces escapaban llamaradas que encendían la noche con fuegos que flotaban alrededor del jinete. Aturdían en sus oídos, las condenas y reproches de Rahger, además caían rayos enceguecedores que enturbiaban el camino. Era imposible seguir. Lo rodeaban pumas que rugían con furor. Finalmente todo desaparecía y podía continuar su viaje.

El malvado, aunque vivía momentos raros y horribles, seguía pasando por allí. Tenía una especie de pacto con mandinga y eso le daba la seguridad de que nada debía temer.

Pero hubo una noche que fue distinta: cuando se estaba acercando a la cruz, el camino se abrió, un abismo profundo cortó el sendero y el jinete cayó , despedazándose. Sus brazos se convirtieron en cuervos, sus piernas en serpientes, su cabeza en una bola de arañas y el resto de su cuerpo en puñales sangrantes...

La cruz del camino se llenó de luz y quedó grabado en ella el nombre de Rahuger.


Stella Maris Taboro

martes, 8 de diciembre de 2009

LOS PREMIOS DEL "MIEDO"

Queridos Autores,

Aquí estamos de nuevo, en el Gran Salón de Palacio.
Esperamos el Príncipe y yo para recibiros con los brazos abiertos. Para daros algo tan simple como las gracias por seguir participando, por seguir haciendo posible que el Reino abra sus puertas a la lectura, la imaginación y la amistad.



Poco tenemos para entregaros. Pocas maneras con las que agradecer tanto cariño recibido, tanto respeto...
Por eso, estos momentos nos hacen sentir bien. Devolviendo de manera muy humilde un cachito de todo eso que recibimos a través de vuestras letras...

Como siempre, el Príncipe se dispone a hablar... ¿Estáis todos?
Escuchemos con atención...

"Desde mi puesto privilegiado, aquí, en éste, vuestro Castillo y en el entorno inmejorable de este Gran salón...
Tengo el placer de comunicaros, que los ganadores de la mención especial, de los relatos presentados por el Tema "El miedo", son:




y...

¡Enhorabuena!

Este pequeño presente es para vosotros. Podéis llevarlo y colgarlo en vuestro blog, si es vuestro gusto, o tal vez... colgarlo en el corazón, que es donde realmente reside nuestro agradecimiento.




Gracias a todos los demás por participar. Si no fuera por vuestros votos... la elección sería, en este caso, una auténtica "pesadilla".
Sois magníficos...
Quedaros a comer con nosotros. La gran mesa está lista... Luego, un poco de baile.

Emig y Natacha.

Muy pronto comenzamos a publicar el siguiente tema: "La primera vez que..."

sábado, 5 de diciembre de 2009

ESPERANDO...

Queridos Autores,

en breve entregaremos las tres menciones especiales del tema que acabamos de terminar sobre "El miedo", y comenzaremos con la publicación de los textos de "La primera vez que..."

Mientras tanto... podéis ir escribiendo vuestros textos para el tema nuevo: "Empecemos juntos".

Los príncipes os desean felicidad y paz.
Autores Reunidos.

jueves, 3 de diciembre de 2009

EL BOSQUE

Debía volver a pasar por ese sitio oscuro y tenebroso. El sólo pensarlo le erizaba los pelos de la nuca. Recordaba los árboles con esas formas horribles que semejaban humanos macabros, los alaridos que provenían de pájaros que no había visto, la niebla que invariablemente estaba siempre allí.
Había transitado ese camino muchas veces, y no podía evitarlo porque era el único que lo llevaba al otro poblado, al que trataba de no ir.
Pero esa mañana su madre necesitaba un medicamento que no encontraba en ninguno de los otros pueblos.
Miró por la ventana sintiendo un escalofrío al ver ese maldito lugar. Respiró hondo, se dijo que sería mejor emprender el camino lo antes posible.
Al salir de la casa un cuervo le cerró el paso, era muy grande y lo miró desafiante, como preguntándole si se animaría a ir. No le hizo caso y siguió. El ave voló muy cerca de su cabeza y lo acompañó, sería que no podría deshacerse del pajarraco, se preguntó.
Prosiguió su camino, y mirando de reojo volvió a ver la sombra negra del bicho. Lo perseguía, y cada tanto daba un graznido.
Se acercaba al paraje, sentía su corazón látir más rápido, costándole tragar. Estaba decidido a pasar y no hacer caso a las leyendas, nada malo pasaría, era producto de las habladurías y la ignorancia de los pobladores.
Se adentró en la espesura del bosque, la bruma comenzaba asomarse por dóquier y escuchó un grito desgarrado que no podía pertenecer a bestia alguna. Continuó, tarareando una vieja canción, distrayendo su mente en cualquier otra cosa que alejara sus pensamientos del miedo que estaba comenzando a experimentar.
Hizo un largo trayecto, pensando que había sido más corto la última vez. El olor a humedad no lo dejaba respirar, y a cada paso era más y más oscuro, los gritos lo estaban volviendo loco. Y la maldita ave seguía allí, a cada rincón lo encontraba parado en un árbol, mezclado en los arbustos, mirándolo como si lo quisiera dominar, hipnotizar. Y él caminaba más rápido para llegar al final.
En un trayecto del camino se cruzó con una anciana, gorda, desgarbada, que juntaba hiervas y al verlo, se acercó a él ofreciéndole un amuleto a cambio de unas monedas, hizo el trueque y se animó a preguntarle si faltaba mucho para llegar al pueblo. La mujer, le hizo un gesto con el bastón como marcándole la dirección, otro grito más que helaba la sangre. La bruja lanzó una carcajada macabra.
La senda desapareció, no había por donde seguir, un gran árbol, con una gran boca como un rictus de risa y ojos lastimeros cortaba el camino, intentó rodearlo, pero era imposible, había una laguna con su agua negra y pestilente.
De pronto apareció un hombre vestido de negro que le habló en un idioma que no conocía y le acercó una botella con un líquido espeso. Lo miró directamente a los ojos, la mirada que le devolvió le produjo pavor, pero debía seguir y tal vez hasta comerciar con él si quería llegar antes de la noche al poblado y luego volver por ese mismo rumbo.
Estiró la mano para tomar la botella, unos largos dedos oscuros, de uñas muy largas lo tomaron, al mirar se dio cuenta que era una rama, que lo estaba atrapando, sintió que otra asía sus piernas y de pronto estaba pegado al tronco. Sintió como lo succionaban por esa boca que estaba en medio, luchó con todas sus fuerzas pero era inútil y se desmayó.
Al despertarse se encontró en una caberna. Había una cerda con cara de mujer, un loro con rostro de hombre que repetía lo que el brujo decía. Una caldera negra de la que salía un humo verde y olor nauseabundo.
Estaba atado a una silla, el hechicero hizo un movimiento con sus manos y los animales rieron. Pensó que tal vez lo convertirían en un mostruo como ellos y comenzó a temblar, mientras la vieja que le había vendido el amuleto le abrió la boca para colocarle el líquido espeso de la botella.
Escuchó una voz conocida

- Tomás, Tomás, vamos arriba que se hace tarde y me quedé dormida- dijo la madre y agregó, - necesito que vayas hasta el pueblo vecino a buscarme un medicamento que no venden en ningún lugar.

Miró por la ventana y vio el bosque oscuro.


Aldhanax Swan

martes, 1 de diciembre de 2009

ENTRE LA OSCURIDAD Y LO INFINITO

“Vayas donde vayas te buscaré, más jamás podrás escapar de mí pues al final te encontraré…”

De un sobresalto despierta Pablo, que en la oscuridad de la noche donde el silencio infinito va a sus anchas, no deja de oír una y otra vez esa estentórea voz. Una pesadilla, como las de las noches precedentes. Piensa Pablo. Se levanta aún soñoliento a la por un vaso de agua. Entre la oscuridad logra salvar los obstáculos que se encuentra en su camino. Una mesita, algún que otro cuadro... etc. Su tos seca nocturna que acusa desde hace meses hace acto de presencia.

Abre la nevera para coger la botella de agua, pues a él le gusta fría. No precisa de la luz de la cocina pues la de la nevera es suficiente mientras sacia su sed nocturna. Mientras bebe de la botella nota una presencia. Algo que es invisible a sus ojos pero no a sus sentidos invade la cocina. Mira a su alrededor sin ver nada, un leve crujido de la madera le hace correr desde la nevera hasta el interruptor para encender la luz. Pero no se siente bien. No está a gusto. Enciende todas las luces de la casa hasta llegar a su habitación. No hay nadie más en el domicilio, pues Pablo es el único inquilino.

¿Qué es esa extraña sensación, es presencia que noto en la cocina? Pablo le da vueltas, medita sobre ello. Ahora recuerda que no cerró la nevera. Sabe que va a tener que volver, y teme que algo suceda.

Se levanta cautelosamente, mirando a su alrededor, y con pasos cortos y precisos se dirige hacia la cocina. Cierra la nevera y según vuelve va apagando las luces que tenía encendidas. Llega a su habitación y se mete en la cama sin apagar la luz. Los ojos se le cierran lentamente. No lo duda y apaga la luz y se entrega a Morfeo.

“Vayas donde vayas te buscaré, más jamás podrás escapar de mí pues al final te encontraré. Te encontraré...”

Pablo se vuelve a despertar. Enciende la luz de su mesilla y se queda sentado en la cama esperando a la luz del amanecer. Su espera se le hace eterna como la oscuridad. La espera hace que su cansancio le devuelva a los brazos de Morfeo. Cierra los ojos en contra de su voluntad confiando que la llegaba del alba le libere de su pesadilla...


-Después de algo más de medio siglo por fin te encontré… ven conmigo...

$MK