Allá a lo lejos vio algo que llamó su atención, que le hizo pararse de repente para observarlo. Era una flor, una amapola, la primera flor que había visto hasta el momento, y era tan bonita. Tenía miedo de acercarse, parecía tan delicada que veía que una caricia suya la destrozaría.
La amapola notó el rastro de la brisa que el viento le mandaba al acercarse a ella. Se mecía grácilmente a su merced. La amapola era feliz de bailar con la brisa, aunque por momentos era tan fuerte que parecía que fuera a arrancarle los pétalos.
El viento se la quedó mirando y le dijo:
—Bella amapola eres lo más bonito que me he encontrado en mi camino, deseo acariciarte, sentirte pero sé que te destrozaría y por eso prefiero sólo contemplarte.
La amapola le respondió:
—Viento tu me das vida, alegría, siempre estoy aquí estática y cara al sol abrasador, tu brisa me refresca y me hace sentir viva. Prefiero exponerme a tu mortal caricia y sentirte por unos segundos que vivir eternamente estática.
Entonces el viento le dijo:
—Mi flor yo no puedo hacerte daño, si mi abrazo te mata me retiro.
La amapola replicó:
—Mátame de amor con tu caricia aunque no pueda haber nada más, quédate con mis semillas, espárcelas por los campos y mi esencia nunca morirá, renaceré en otros tallos, otros pétalos esperando otra caricia tuya que me vuelva a matar para volver a renacer y sentirte.
Esta es la historia de un imposible pero eterno amor. Nunca el viento y la flor han dejado de quererse pues la hacía renacer en otros prados para simplemente disfrutar de su belleza y acariciarla una vez más...
Esther
La amapola notó el rastro de la brisa que el viento le mandaba al acercarse a ella. Se mecía grácilmente a su merced. La amapola era feliz de bailar con la brisa, aunque por momentos era tan fuerte que parecía que fuera a arrancarle los pétalos.
El viento se la quedó mirando y le dijo:
—Bella amapola eres lo más bonito que me he encontrado en mi camino, deseo acariciarte, sentirte pero sé que te destrozaría y por eso prefiero sólo contemplarte.
La amapola le respondió:
—Viento tu me das vida, alegría, siempre estoy aquí estática y cara al sol abrasador, tu brisa me refresca y me hace sentir viva. Prefiero exponerme a tu mortal caricia y sentirte por unos segundos que vivir eternamente estática.
Entonces el viento le dijo:
—Mi flor yo no puedo hacerte daño, si mi abrazo te mata me retiro.
La amapola replicó:
—Mátame de amor con tu caricia aunque no pueda haber nada más, quédate con mis semillas, espárcelas por los campos y mi esencia nunca morirá, renaceré en otros tallos, otros pétalos esperando otra caricia tuya que me vuelva a matar para volver a renacer y sentirte.
Esta es la historia de un imposible pero eterno amor. Nunca el viento y la flor han dejado de quererse pues la hacía renacer en otros prados para simplemente disfrutar de su belleza y acariciarla una vez más...
Esther
27 comentarios:
Esther querida, no dejo de sorprenderme. Un nuevo giro, una nueva vuelta de tuerca al tema...
El ciclo de la vida hecho amor.
Es un relato precioso, crudo, real y tierno a la vez.
Muy bonita esa relación, muy bien narrada e imaginada.
He disfrutado con cada palabra imaginando esa muerte y ese renacer ese "amor imposible" que nos mata, pero nos hace estar vivos.. ¿Y quien no ha sentido ese miedo a "morir" por un amor imposible?
Gracias de nuevo, por este regalo.
Un beso, linda
Natacha.
Hola natacha me halagan mucho tus palabras y me alegro que te haya gustado,reconozco que me he ido por la rama fantástica pues he humanizado dos elementos naturales,pero es que yo soy muy dada a eso.Tengo otros relatos parecidos de historias de amor de elementos de la naturaleza,pero este lo escribí para vosotros,pensé que merecíais que escribiera algo nuevo y eso hice.
Gracias de nuevo guapa por tus amables palabras otro beso para ti
De nuevo el amor imposible y, por ello eterno; me ha encantado la metáfora: la delicada flor y el fuerte viento que no quiere hacerle daño?
¿Por qué tengo la sensación de que el "no quiero hacerte daño" no es más que una excusa para esconder el miedo al amor...?
Un beso
Hola ana gracias a ti también por tus palabras.Si trasladamos esta metáfora a las personas sería que sabes que tu amor, el estar tu al lado de esa persona puede hacerle daño por cualquier causa y casi que eliges digamos el no estar con ella por no verla sufrir de lo que la quieres.. Por eso el viento quería renunciar a ese amor, pero la amapola prefiere morir por tan solo una caricia, no sabe vivir sin ese amor.
En este caso tienen la posibilidad de renacer ella y encontrarse una vez más aunque sea sólo para una caricia y no se pueda consumar su amor.
Un saludo!!
Vaya, Esther, me has sorprendido. Tu texto es sencillo, cálido y me hace pensar en que el amor, aunque duela a veces, es algo hermoso que merece la pena.
Gracias po compartir algo así con nosotros, porque de veras me ha encantado.
Hola la rizos, es verdad el amor merece la pena siempre que sea un amor verdadero e intenso para luchar y padecer por él, porque en el amor no es sólo ser feliz, el amor implica también dolor,pero un dolor que se sufre a gusto muchas veces... En este caso una caricia que mata, para revivir y volver a morir por ella..
UN saludo
Esther, me ha parecido tierno y dulce, un amor que simboliza ese sentimiento que todos hemos sentido alguna vez.
Un beso, linda!
Curiosa metáfora y muy tierna, me ha gustado. Expresas un amor limpio y puro sin más pretensiones. A veces nos basta una sonrisa o una mirada instantánea para sentirnos vivas o renacer.
Un abrazo Esther
Hola patrulich me alegro que te haya gustado es verdad todos alguna vez hemos sentido un amor asi que sabiamos que no se podía materializar,pero nos hemos conformado con ese poquito ,en este caso una caricia.
Un beso
hola fair lady gracias a ti también por leerlo,es verdad un amor se conforma con muy poco a veces y da tanto...
Saludos!!
Hola Esther, me ha encantado tu historia. La he encontrado muy especial, de una sensibilidad tremenda. Gracias por este ratito que me has hecho pasar! Un abrazo: Alicia
hola sinkuenta me alegro que te haya gustado, he intentado para ser dos elementos naturales humanizados y no personas darle toda la sensibilidad y sentimientos posibles, si lo he conseguido, me alegro.
Saludos!!
Esther... estoy con Natacha en su comentario y sorpresa. Esta vez no hay ningún montaje más allá de lo natural, son, como dices, dos elementos naturales quienes dan vida a tu relato. Te contesto que no lo había leído antes... Me gusta vivir la emoción del momento cuando decido que el instante es propicio para tener los ojos y el corazón abiertos al unísino y sintonizar con las palabras escritas, que en este caso, ha sido como dar un paseo por el campo y "escuchar" la musicalidad de tus palabras hechas brisa refrescante y perfume, desde los lazos del amor.
No es más directo el que lo dice más fuerte sino el que lo dice sin pensar...
Un gran abrazo amiga.
Enhorabuena, Esther. Has dicho mucho en pocas palabras...
Que bonito!!! cuando terminé de leerlo, me salió una sonrisa... que original y que cierto lo que escribes, nunca lo había visto así, pero todo al detalle es tan cierto... gracias por dejar tus palabras y esa forma de ver la belleza que tenemos y que cada día se valora menos...
Por cierto, este año con tanta lluvia volví a ver lo que hace años no veía, el campo repleto de amapolas!!!!
Un abrazo.
Hola Emig me alegro que te haya gustado,es verdad he utilizado dos elementos naturales,porque el amor es algo también natural.En la naturaleza se pueden encontrar muchas relaciones digamos de "amor" de este tipo, yo ya he escrito sobre algunas cuantas.. jaja Alguna saldrá en mi blog en breve.
Un beso muy grande para ti
hola sendieva me alegro que te haya gustado, es verdad a mi me gusta mucho contemplar la naturaleza y de esa contemplación ha salido este relato.
Debe haber sido una visión muy bonita el campo de amapolas ,me alegro que la disfrutaras, a mi también solo me gusta verlas pues es una flor que nada más la coges y le da esa pequeña brisa se deshace y muere y es una pena, prefiero contemplarla una y otra vez en el campo.
Un beso
Enterráis mi Musa bajo paladas de magia; os leo y la veo correr, correr despavorida alejándose de mis intenciones.
hola ricardo, en este caso lo que no corre sino vuela son las semillas de la amapola para volver a renacer, tranquilo esa musa no muere las semillas renacerán en otras amapolas para recibir de nuevo la caricia del viento..
Saludos
"Humanizar" elementos de la naturaleza suele ser una buena manera de hablar de los sentimientos, común tambien en cuentos para niños y en leyendas.Sigue la tendencia donde cada uno ha aportado un punto de vista original además de ser un lindo relato.
jorge fenix gracias por tus palabras a mi me gusta mucho eso humanizar los elementos de la naturaleza,hacerlos sentir más vivos aún de lo que están..
saludos
Original y romántica historia. Cierto, no habla de seres humanos, pero eso la hace diferente.
Un abrazo,
Shanty
Precioso tu relato. Tierno,mostrando el amor a la naturaleza y la belleza junto a la fuerza y la fragildad. Me ha gustado mucho. Felicidades.
Saludos.
Conchi
Esther, me ha encantado tu relato.Tiene un algo mágico como todas las cosas que rodean la naturaleza sabia y hermosa...así me ha parecido tu historia de amor platónico.
Un beso.
Bella historia: amor, muerte y renacimiento... En ella se sintetiza toda la historia de la espiritualidad en el mundo.
Un abrazo y felicidades
Con pocas palabras, haces que nos sintamos dentro del paisaje (tanto como me siento dentro de un libro de Tolkien, en el que el escenario -ríos, árboles, viento- me impactan tanto o más que la trama).
Una interesantísima alegoría de la función procreadora del amor.
Tambien me han gustado mucho las dudas y miedos del viento a hacer daño. Equivale tambien a la responsabilidad y amor del que dice te quiero tanto que te libero de mí, pues prefiero tu felicidad a la mía y te haría daño, así como la entrega incondicional de la amapola al amor, a cualquier precio.
Felicidades
Hermoso! He sentido la ternura y a la vez la sensación compartida de la amapola al querer sentir el amor, pero también la reserva del viento al no querer hacer daño y contemplar... es precioso. Hay muchas cosas que sentir en tu texto. Gracias.
Haydeé
Verdaderamente precioso, nunca nos hemos puesto a pensar que es cierto es esa esencia de la flor...el viento no puede cogerlo, quizá ese amor terminaria.
Bonito de veras.
LEZ
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