Son las 2:00 am de un día de febrero del 2009, solo en una habitación se debate aquel hombre entre la vida y la muerte; instantes atrás su cabeza parecía estallar ante la tensión de miles de recuerdos, dolorosos recuerdos; hubiese preferido ser él quien muriese… si tan sólo no se hubiera tomado aquellos tragos… es tarde, la conciencia no perdona y el efecto del licor nunca es eterno, la culpa destroza lentamente y hace de la existencia un tormento; tormento que ahora parecía sosegarse al filo de la cuchilla que trozaba las venas… 34 años parecían irse por el sifón de la bañera, el anhelo por la vida parecía despertar en él, el deseo de retroceder el tiempo, el de poder optar por no quitarse la vida; más ahora ya era tarde, la historia jamás detiene su marcha y las acciones avanzan pero no retroceden…
Es jueves, el amanecer virtual al interior de la ciudad enciende automáticamente los aires acondicionados, una brisa de calor transita en medio de las calles de la encapsulada polis anunciando la llegada de un nuevo día; a sus 75 años, en un apartamento ubicado en la zona antigua de Roterdand, aquel hombre se levanta dirigiéndose al baño, el reloj marca las 5:05 AM, la bañera parece hacerle recordar…
Susana, una pelirroja de ojos azules apenas perceptible para la mayoría, pero para él, el todo de su foco visual; era como si desde que se conocieran hubiesen estado unidos por una especie de conexión extrasensorial; el punto es que no había alegría ni tristeza del uno que no fuese percibida por el otro; era mas que casual el que cuando uno más necesitase de alguien, apareciese el otro de la nada, como si supiese de lo fundamental de su presencia…
75 años, vividos de la manera más intensa, en especial los últimos 41; a diferencia de los demás aquel hombre había descubierto el verdadero valor de la vida. La fundación que llevaba su nombre devolvió la felicidad a más de un millar de familias; fueron tiempos duros los de la guerra, las armas nucleares parecían haberse llevado consigo no sólo gran parte de la tierra conocida hasta entonces, sino incluso la esperanza de la raza humana… fue allí donde su papel fue más que importante, de la mano de sus acciones resurgió la esperanza para muchos, para todos…
Son las 3:05 de la madrugada, de haber sabido que era tan lento morir de aquella manera, hubiese optado por saltar al vacío desde su oficina, estaba demasiado débil para ponerse en pie, pero lo suficientemente fuerte para ser conciente de cuanto sucedía… ¿se habría equivocado?...
La pantalla gigante ubicada en la plaza central proyecta las imágenes de aves surcando los cielos, los altavoces recrean el sonido de los pájaros; la iniciativa había sido del gobierno de turno, que buscando reducir el stress de los ciudadanos, llevaban a cabo un proyecto por recrear la naturaleza, ahora inexistente, al menos artificialmente…
Susana duerme, o por lo menos procura, da vueltas de un lado para el otro, mira al techo, intenta tapar su cabeza con la almohada, hay algo que le quita el sueño… ¡Miguel!, el reloj marca las 4:00 AM, Susana se resigna a pasar la noche en vela, se sienta, busca las pantuflas debajo de su cama, toma ahora el teléfono en sus manos, es tarde, pero llevada por esa especie de palpito parece hacer caso omiso de la hora, marca, al otro lado de la línea nadie responde…
El agua fría le recordaba al viejo la muerte, era curiosa la manera como cada mañana descubriéndose vivo lo primero que hacia era pensar en ella, no como una posibilidad distante, sino como su más cercana compañera… “mi hermana muerte” así la llamaba plagiando la frase de un santo, rezago de las viejas religiones…
Los ojos quieren cerrarse, pero el frío del agua que corre en la bañera desbordándola se lo impide, es tarde, tarde para cualquier cosa, tarde para una ultima voluntad, tarde para contestar el teléfono que repica, tarde para gritar auxilio… quizás debió empezar por cortarse la cabeza, lo hubiese hecho de haber sabido que iba a durar tanto tiempo consciente… son las 4:50 de la madrugada del Jueves, lo sabe, porque en el silencio de su apartamento retumba el sonido de su despertador…
Susana sostiene su cabeza en medio de sus manos, ¿paranoia? ¿Será paranoia?... ¡No! Siempre había sido fiel a sus corazonadas, algo estaba pasando, levanta la cabeza colocándose de pie en seguida, toma el abrigo del suelo, busca las llaves encima de la mesa de noche, y sale presurosa en medio de los visos de la madrugada…
La hoja de un viejo periódico es arrastrada por el viento en medio de la ciudad, un vagabundo que transita la calle la toma en sus manos, el titular anuncia “Una mujer y dos niños mueren arrollados por un coche, el conductor del vehiculo, quien al parecer se encontraba en estado de embriaguez, se dio a la fuga y es buscado actualmente por las autoridades” la fecha, 24 de Agosto de 2006…
La puerta abierta, su palpitar era cierto, todo está en silencio, el agua corre fuera del apartamento empapando las escaleras, la alarma no ha dejado de sonar, el reloj marca las 5:05 AM, Susana entre temerosa, esperando lo peor, ¿Miguel? Dice con voz temblorosa, mientras se aferra fuerte a la solapa de su abrigo…
La bañera se ha llenado como todos los días, el viejo se sumerge en las frías pero relajantes aguas, como si se tratase de una especie de ritual, cierra los ojos y parece ver de nuevo, como todas las mañanas desde aquel día, los ojos azules de aquella milagrosa figura femenina…
¡Miguel! El grito de Susana retumba en el edificio, el agua manchada de sangre le augura lo peor, ella, sin pensarlo, lo toma entre sus brazos, y como si al tocarlo le devolviera la vida, él abre los ojos como quien se desvanece…
Son las 5:15, aquel hombre, en aquella ciudad encapsulada, en Roterdand, aquella mañana virtual, sale de la bañera, sintiéndose un ave fénix que levanta el vuelo, son las 5:15 de la mañana, hora mágica, hora en la que para Miguel parece haberse detenido el tiempo, como si en ella se juntasen pasado, presente y futuro por un momento, hora del sueño de la muerte y del despertar de la existencia, hora que le recuerda lo mucho que le debe a la vida…
Kadosh (Oscar Javier)
Es jueves, el amanecer virtual al interior de la ciudad enciende automáticamente los aires acondicionados, una brisa de calor transita en medio de las calles de la encapsulada polis anunciando la llegada de un nuevo día; a sus 75 años, en un apartamento ubicado en la zona antigua de Roterdand, aquel hombre se levanta dirigiéndose al baño, el reloj marca las 5:05 AM, la bañera parece hacerle recordar…
Susana, una pelirroja de ojos azules apenas perceptible para la mayoría, pero para él, el todo de su foco visual; era como si desde que se conocieran hubiesen estado unidos por una especie de conexión extrasensorial; el punto es que no había alegría ni tristeza del uno que no fuese percibida por el otro; era mas que casual el que cuando uno más necesitase de alguien, apareciese el otro de la nada, como si supiese de lo fundamental de su presencia…
75 años, vividos de la manera más intensa, en especial los últimos 41; a diferencia de los demás aquel hombre había descubierto el verdadero valor de la vida. La fundación que llevaba su nombre devolvió la felicidad a más de un millar de familias; fueron tiempos duros los de la guerra, las armas nucleares parecían haberse llevado consigo no sólo gran parte de la tierra conocida hasta entonces, sino incluso la esperanza de la raza humana… fue allí donde su papel fue más que importante, de la mano de sus acciones resurgió la esperanza para muchos, para todos…
Son las 3:05 de la madrugada, de haber sabido que era tan lento morir de aquella manera, hubiese optado por saltar al vacío desde su oficina, estaba demasiado débil para ponerse en pie, pero lo suficientemente fuerte para ser conciente de cuanto sucedía… ¿se habría equivocado?...
La pantalla gigante ubicada en la plaza central proyecta las imágenes de aves surcando los cielos, los altavoces recrean el sonido de los pájaros; la iniciativa había sido del gobierno de turno, que buscando reducir el stress de los ciudadanos, llevaban a cabo un proyecto por recrear la naturaleza, ahora inexistente, al menos artificialmente…
Susana duerme, o por lo menos procura, da vueltas de un lado para el otro, mira al techo, intenta tapar su cabeza con la almohada, hay algo que le quita el sueño… ¡Miguel!, el reloj marca las 4:00 AM, Susana se resigna a pasar la noche en vela, se sienta, busca las pantuflas debajo de su cama, toma ahora el teléfono en sus manos, es tarde, pero llevada por esa especie de palpito parece hacer caso omiso de la hora, marca, al otro lado de la línea nadie responde…
El agua fría le recordaba al viejo la muerte, era curiosa la manera como cada mañana descubriéndose vivo lo primero que hacia era pensar en ella, no como una posibilidad distante, sino como su más cercana compañera… “mi hermana muerte” así la llamaba plagiando la frase de un santo, rezago de las viejas religiones…
Los ojos quieren cerrarse, pero el frío del agua que corre en la bañera desbordándola se lo impide, es tarde, tarde para cualquier cosa, tarde para una ultima voluntad, tarde para contestar el teléfono que repica, tarde para gritar auxilio… quizás debió empezar por cortarse la cabeza, lo hubiese hecho de haber sabido que iba a durar tanto tiempo consciente… son las 4:50 de la madrugada del Jueves, lo sabe, porque en el silencio de su apartamento retumba el sonido de su despertador…
Susana sostiene su cabeza en medio de sus manos, ¿paranoia? ¿Será paranoia?... ¡No! Siempre había sido fiel a sus corazonadas, algo estaba pasando, levanta la cabeza colocándose de pie en seguida, toma el abrigo del suelo, busca las llaves encima de la mesa de noche, y sale presurosa en medio de los visos de la madrugada…
La hoja de un viejo periódico es arrastrada por el viento en medio de la ciudad, un vagabundo que transita la calle la toma en sus manos, el titular anuncia “Una mujer y dos niños mueren arrollados por un coche, el conductor del vehiculo, quien al parecer se encontraba en estado de embriaguez, se dio a la fuga y es buscado actualmente por las autoridades” la fecha, 24 de Agosto de 2006…
La puerta abierta, su palpitar era cierto, todo está en silencio, el agua corre fuera del apartamento empapando las escaleras, la alarma no ha dejado de sonar, el reloj marca las 5:05 AM, Susana entre temerosa, esperando lo peor, ¿Miguel? Dice con voz temblorosa, mientras se aferra fuerte a la solapa de su abrigo…
La bañera se ha llenado como todos los días, el viejo se sumerge en las frías pero relajantes aguas, como si se tratase de una especie de ritual, cierra los ojos y parece ver de nuevo, como todas las mañanas desde aquel día, los ojos azules de aquella milagrosa figura femenina…
¡Miguel! El grito de Susana retumba en el edificio, el agua manchada de sangre le augura lo peor, ella, sin pensarlo, lo toma entre sus brazos, y como si al tocarlo le devolviera la vida, él abre los ojos como quien se desvanece…
Son las 5:15, aquel hombre, en aquella ciudad encapsulada, en Roterdand, aquella mañana virtual, sale de la bañera, sintiéndose un ave fénix que levanta el vuelo, son las 5:15 de la mañana, hora mágica, hora en la que para Miguel parece haberse detenido el tiempo, como si en ella se juntasen pasado, presente y futuro por un momento, hora del sueño de la muerte y del despertar de la existencia, hora que le recuerda lo mucho que le debe a la vida…
Kadosh (Oscar Javier)
9 comentarios:
Un relato trepidante y estremecedor, y al mismo tiempo lleno de ternura y paz.
Has conseguido jugar con el tiempo de forma magistral, venciendo lo invencible. Te felicito.
Un abrazo.
Magistral, me ha gustado mucho.
Hay que me he quedado sin palabras, maravilloso! me gustó mucho.BESOS
Como dice un autor que me gusta mucho (no de forma textual porque soy pésima para recordar palabras textuales): en el momento menos pensado, justo cuando pensamos que no hay esperanza alguna, el amor llega a nuestro encuentro... y nos salva.
Este cuento me ha recordado esta pequeña verdad... Me ha encantado!
Siempre, sin importar el tiempo que sea, hay cosas que permanecen inmutables...
besos.. ;)
Muda me has dejado...
Un relato estremecedor,lleno de inquietud y paz en la misma medida.
Has hecho malabarismos con el tiempo y lo has entremezclado de manera ideal.
Me ha encantado.Magnífico de verdad.
Enhorabuena.
Besos.
Pasado y futuro, recuerdos y presente. Buena combinación. Me parece un gran relato.
Abrazox
Has conseguido mantener la intriga hasta el final... de manera trepidante e interesante....
Bello final.
Me ha gustado mucho.
Gracias por tus letras de nuevo.
Un beso
Natacha.
Muy muy bueno, te has salido, mi mas sincera enhorabuena
Guau, que halagadoras sus palabras, a todos mil gracias, primero por leer estas letras y segundo por comentar, estaba nervioso les cuento, es mi primer relato aquì y me alegra que les haya gustado... de verdad, mil gracias, saludos a todos...
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