Volví a aquella vieja casa después de una infinidad de años, arrastraba el peso de un largo viaje, un viaje lleno de madurez y de sentimientos, después de una larga pelea, conseguí abrir la puerta de la casa, me volví hacia mi madre que esperaba paciente la tendí la mano, y avanzamos por el oscuro pasillo,
El largo pasillo de la entrada llegaba hasta la cocina, intentábamos aguantar la respiración, el olor era intenso, olía al paso del tiempo, una mezcla rara, como a polvo, sentimientos, antiguas vidas, incienso, infinitas comidas, cerrado, vacío, flores…
Olía a mi infancia ya perdida, a esas largas tardes de verano jugando en la calle, a antiguos cumpleaños, a la juventud de mi madre, a su vida, al paso del tiempo.
La madera crujía mientras nosotras avanzábamos por la casa, nos daba la bienvenida, pequeños rayos de sol entraban por las ennegrecidas ventanas, marcando nuestro camino en el suelo,
Eso me hizo sonreír, me volví hacia mi madre, y con una sonrisa dije, huele a la casa, y ella, se hecho a reír, un destello de esperanza apareció en sus ojos, hacia tiempo que no veía eso en sus ojos, me gusto volver a verlo.
Camino
8 comentarios:
Tal cual, es lo que yo hago cuando entro en la casa de mis padres, la recorro, voy a mi habitación que hoy la ocupa mi abuela de 91 años, pero sigue teniendo ese olor del que hablas!y hago las cosas que hacia de chica, preparo el mate y me siento en la galería con mi papá y juntos miramos el parque! uyyyyyy cuanta nostalgia!. me tengo que ir voy a casa de mis padres!. besos
Eso es lo que yo he sentido, nostalgia, un beso
Sentir las casas, su olor, la presencia del recuerdo en su olor..
Que sensacion mas extraña y a la vez mas bonita.
Esas son las mejores.
Ojalá nuestros finales sean así, silenciosos y tiernos.
Precioso
Un relato enternecedor. También a mí me ha traído a la memoria momentos vividos en un pasado siempre feliz y añorado.
Un abrazo.
Esos olores tan intensos que se quedan en nuestra memoria.... Es hermoso volver a sentir esas sensaciones que creíamos olvidadas.
Muy tierno.
Gracias por tu magnífico texto.
Natacha.
Muy conmovedor...
Volver tras la ausencia de años al lugar que fue nuestro cobijo, nuestro nido desde el que comenzamos a volar...
Muy bonito.
Besos.
Esos olores...se quedan grbados para siempre. El olor al carbón a la leña de la lumbre...ummmmm. Añoro hasta el olor a azufre de la chimenea de la central térmica donde trabajaba mi padre. Y eso que era veneno puro jajaja. Gracias por hacernos recordar esos aromas del pasado.
Besix
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