ESTAMOS PUBLICANDO AHORA LOS RELATOS DE: GÉNERO: "LIBRE"; TEMA: "EMPECEMOS JUNTOS".

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viernes, 24 de octubre de 2008

¡UNA IMAGEN LLENA DE MUCHA VIDA!

Abrió la maleta para meter la ropa que se llevaría en este viaje iría a trabajar a otra nueva ciudad aunque solo sería por un corto tiempo cuestión de cuatro semanas o tal vez menos y cuando iba a guardar algunas cosas allí en el bolsillo interno estaba la fotografía, casi de manera insólita como colocada a propósito.

¿Cuánto tiempo había pasado? Cuantos silencios que se habían extendido como manto virginal para cubrir tanto tiempo de besos y caricias entregadas en una sola noche que perduraría en el tiempo…

Dio un paso atrás paralizada, solo mirándola desde el pie de la cama. Sintió que su corazón comenzaba a latir de manera acelerada y casi sin respirar comenzó a temblar.

Ese sudor frío de vértigo en el borde de un abismo le comenzó a recorrer por todo el cuerpo. ¿Tanto tiempo, cuánto tiempo?

Tantos recuerdos y a la vez tanto olvido.

¿Cómo podía haber dejado de lado semejante historia y qué tanto podía recordar ahora luego de tanta vida?

Besos, caricias, calor, pasión, lujuria, deseo… Cuantas emociones encerradas en una sola fotografía. Había pasado tiempo tal vez un corto tiempo o mucho pero en fin cuanto podía ser el tiempo en el que se dijo: ¿te amo?

Palabras encerradas en mil caricias llenas de entrega, besos que se guardaban en el silencio de una maleta. Orgasmos atrapados entre paredes de cuero que estaban mas que sellados entre las costuras de aquella maleta. Y esa sensación de dolor que se avecinaba dentro de ella y ese vacío imperdonable de tanta tristeza que le bañaba las emociones encontradas.

Un viaje que se avecinaba y el inminente vértigo del sudor que bajaba por la sien por las piernas que temblaban.

¿Como es posible que de tantos lugares en el mundo pudiera haber olvidado que iría al mismo lugar? ¡Dios cuánta emoción contenida en una sola imagen cuanta ira cuanta lejanía cuanta emoción adolorida!

La promesa que de pronto volvió a su memoria, el llanto que solo regresaba al estar parada de frente a esa maleta abierta a tantas posibilidades y a la vez a una sola alternativa y la zozobra de saber que podía caer nuevamente en el siniestro plan del destino que fiel le esperaba como amante deseoso.

Estuvo tan ocupada entre notas y escritorios entre papeles y oficinas entre un amor y otro entre su casa y su familia entre tanta vida y tanto espacio entre la distancia y el olvido. Olvidó esa irremediable cita con el mañana esperanzado.

¿Qué hacer, si ni siquiera se atrevía a acercarse a esa fotografía cómo le miraba a los ojos y le decía que le había olvidado? ¿Cómo regresaba al mismo lugar sin haber pensado ni un solo día en esa propuesta de vida?

¿Estaba aún en espera de sus caricias y sus besos? Una fotografía, una sola fotografía había desencadenado la mas larga cadena de deseos y sensaciones y una sola imagen donde estaba una vida completa con detalles conversados bajo las sabanas con una casa y una familia con amor jurado con pacto de placeres. Un viaje hacia el destino esperanzado y una sola vida.

Con valor y casi sin poder respirar se acercó a la cama y tomo la fotografía. Era ella claro que era ella, allí entre sus brazos sonriendo feliz, entre sus caricias su mirada y sus gestos. Era ella la misma que estuvo segura de que volvería y que de pronto ni siquiera lo había recordado. Pero no era olvido no era esa la verdad que encerraba aquella mentira. Era la muerte que le acompañaba en cada cosa que miraba en esa fotografía.

Una muerte que le vestía de lágrimas toda su cara, una muerte de un amor atormentado, una muerte que le pesaría toda su vida.

¿De repente unos pasos, una puerta que se abría y la imagen de la verdad que entraba a su cuarto, qué hacer?

Guardó apresuradamente la foto y cerró la maleta casi de manera alocada tanto que se hizo daño en la mano. Al abrirse la puerta estaba él ese amor de su vida y con el cual tenía una maravilla de un hogar y una hermosa familia. Un beso selló el encuentro y un abrazo le hizo sentir que tenía un enorme sentido toda su vida. Entonces recordó todo, recordó la verdad, recordó la verdadera imagen, recordó el tiempo por el cual había olvidado tanto amor entre sábanas.

Así que salió de la habitación y en brazos de su vida actual, en brazos del tiempo presente, tomo la decisión de salir de viaje y de ir hacia ese destino que le esperaba pero olvidó una cosa en ese apresurado momento…

¡Olvidó la maleta sobre la cama guardando la fotografía, guardando ese pasado, guardando ese dolor de una mentira que brillaba como momento esperanzado!

Esta vez no iría sola, esta vez era ella en una nueva fotografía, en una nueva imagen de lo que había logrado tras tanto tiempo de olvido y de agonía, ¡esta vez estaba sencillamente Feliz y sobre todo Viva!


Inés Bohórquez

9 comentarios:

Autores Reunidos dijo...

El pasado cuando vuelve, a veces nos asusta. Nos muestra lo que pudimos ser... y nunca fuimos.
Menos mal que tu protagonista eligió un buen camino. Su presente parece que es el adecuado y dejar esa foto, ese pasado allí, encerrado donde estuvo tantos años... parece la mejor solución.
Olvidar lo que pudo ser... que nunca sabrás cómo hubiese sido...
Un bonito texto.
Gracias querida Inés.
Un beso
Natacha.

AHEO dijo...

Un viaje instantáneo al pasado y la decisión de seguir viajando el presente. Bonito tu relato.
Haydeé.

Layla - Noche Hermosa dijo...

Inexplicable capricho del destino, que se obstina en hacer reencontrarse con el pasado...

Siempre sucede.

Marinel dijo...

Momentos fogosos encerrados en un pasado olvidado en una imagen guardada.
Un regreso inesperado de recuerdos atropellados, de placeres dormidos y prohibidos...
Y el peso de un presente pleno,feliz,inolvidable en el que dejarse abrazar sin miedos...
Buen relato,Inés.
Un beso.

Ana Garcia dijo...

A veces el recuerdo de un pasado hace que vivamos el presente con más intensidad, basta un retentivo instante para valorar un presente que pensábamos incierto.

Buen relato Inés, muy profundo y un final esperanzador.

Un abrazo

Leznari dijo...

Precioso relato,me he sentido muy agusto mientras lo leía, me ha encantado.
Saludines Ines.
LEZ

Patricia López dijo...

Pequeñas cosas que atesoramos pueden hacernos titubear, es verdad... Y ese viaje seguramente le haría confirmar el sentido de su vida, su presente, el que ella eligió.
Bello y profundo.
Te felicito, Inés.

Esther dijo...

Una foto, una canción,cualquier cosa nos hace viajar al pasado cada vez que la vemos u oimos..

Es como volver a viajar y vivir de nuevo ese momento,en este caso de pasión..

Muy bonito relato y perdona la tardanza en leerlo :)

besos

Autores Reunidos dijo...

Un relato que me ha gustado. Me ha trasladado en el tiempo de las sensaciones y pensamientos en casi cada pregunta que has utilizado para su descripción.
Y sí... una imagen llena de mucha vida...

Un abrazo, Inés

Emig