Si parece que fue ayer cuándo se conocieron, pasaban tiempo juntos, platicando, oyendo música, fueron pocos los momentos que compartieron pero parece que quedaron buenos recuerdos de su "relación" si eso se pudo haber llamado de alguna manera en la que en realidad no fueron nada, quizás ni amigos, solo dos desconocidos en ese momento, almas solitarias en busca de buena compañía, reían y conversaban de todo un poco y nada. El nunca dijo nada, ella dijo menos. Y luego se esfumaron, y no se volvieron a ver jamás. A veces la imaginación pesa más que la realidad. Dejando solo un borroso recuerdo y un ¿qué hubiera pasado si...? Inventa lo que un día pudimos ser...
Cuando la luna se asoma
Cuando la luna se asoma
9 comentarios:
Pudieron ser unos buenos amigos, cada vez más... Y estropeándolo todo por una mutua atracción física incontrolable, que llenaba de fuego su alma y que acabó con su amistad, al ser imposible su pasión.
Un poco triste el final.
Un besito
A veces es mejor quedarse con los gratos recuerdos, con los instantes vividos de manera especial y sobre todo,quedarse con la imaginación poderosa imaginando si...
Un beso.
Lo mejor de esta historia es que todos, creo yo, tenemos la sensacion de que la hemos vivido alguna vez.
Un abrazo y felicidades
Coincido con Marinel en que hay que atesorar los instantes... la imaginación da para mucho, a veces pienso que si un poco de ella la hiciéramos real sería un verdadero nuevo horizonte...
Saludos.
Haydeé.
Dejamos ya en el aire, de momento, el amor platónico.
Con esa pregunta me quedo después de todo lo que leímos
¿Y que hubiera pasado si...?
Gracias por tu texto, cielo
Un beso
Natacha.
En pocas palabras dices mucho y es verdad nunca se sabe lo que les hubiera deparado si hubieran seguido viendose, hablandose...
Un saludo
Muchas gracias por la oportunidad de haberme publicado este texto aqui, en este maravilloso espacio y a todos los lectores de aqui les mando un beso.
Esa pregunta siempre quedará en el aire.....
Un relato intenso, con pocas palabras has dicho todo.
Un besito Nuria
Lo bonito de los recuerdos es que podemos moldearlos (hasta deformarlos, si fuera menester) y estirarlos en el tiempo. A veces, encuentros de 30 minutos dan para llenar una vida.
¿Qué hubiera pasado sí? La pregunta del millón. Muchas veces me la he hecho. Otras me dejé llevar, con distintos resultados: algunos terminaron con la amistad, no de mala manera... simplemente, llevándola hasta el último episodio... la película se acabó (como toda historia, tiene inicio, nudo y desenlace... y entonces se acaba).
Pero tambien han existido resultados que te hacen plantearte la pregunta de otra manera: ¿Que hubiera pasado si no...? Menos mal que pasó, que fue sí.
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