ESTAMOS PUBLICANDO AHORA LOS RELATOS DE: GÉNERO: "LIBRE"; TEMA: "EMPECEMOS JUNTOS".

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martes, 25 de agosto de 2009

UN CUENTO PARA NO DORMIR

Érase una vez una nave de una galaxia muy lejana que se adentró en nuestra galaxia. Sus tripulantes son unos seres con forma de pez. Con un cerebro desarrollado y sus aletas eran musculosas y prensiles. Se comunicaban por vibraciones. Llevaban traje espacial relleno de un liquido acuoso y el casco también estaba lleno de ese liquido.

Hace miles de millones de años estos seres viajaban intentando descubrir nuevos mundos que conquistar. En su viaje llegaron al cinturón de asteroides, cuando de pronto divisaron un cometa iba a impactar con la nave. El comandante de la nave dio orden de disparar su armamento para desviar el rumbo del cometa. El disparo partió el cometa en dos y cambió de dirección, el pedazo más grande chocó contra uno de los asteroides del cinturón.

Los pedazos del asteroide y del cometa fueron a para a un planeta cercano. La nave Agnatos divisó aquel extraño lugar. Al parecer este planeta estaba sufriendo los impactos de los restos del asteroide y adentrarse en él resultaba peligroso. Así que marcaron las coordenadas en la nave y decidieron regresar más tarde. Cuando el bombardeo hubiese escampado.

Transcurrieron miles de años hasta que la nave Agnatos regresó a este planeta. Se encontraron muchos cambios. En lugar de ríos de fuego había un manto verde que cubría los lagos y ciénagas, era un lugar muy agradable y tomaron la decisión de bajar y poner en marcha la misión que debían haber realizado miles de años atrás. Agnatos aterrizó en una zona tranquila, rodeada de vegetación abundante, algunos insectos y organismos celulares complejos. Bajaron de la nave dos miembros de la tripulación. Uno de ellos el capitán y un ayudante. Éste último portaba un cuenco cóncavo cuyo contenido era una especie de huevos que tenía ese liquido acuoso que del que estaban relleno los trajes. Los depositaron con cuidado en la ciénaga y luego se marcharon.

Durante el regreso a su planeta, a años luz, comentaron en su lenguaje:

-Capitán, está seguro de lo que hace. No se si sobrevivirán.
-Nos queda otra opción. Deberán adaptarse al clima del nuevo planeta si queremos que nuestra especie no se extinga. Sólo espero que la próxima generación sea capaz de ver su progreso.
-Sí, yo también lo deseo así.

Y la nave Agnatos se perdió en el espacio con la incertidumbre si algún día volverían.
Pasaron los años y de esos huevos salió un pez que tuvo sus dificultades al principio. Debido al hábitat y para sobrevivir mutaron en una distinta clase de pez, mejor preparado para ese hábitat. Y así con el paso de los años aquel pez se transformó, conviviendo con los peces en los que antes de había transformado. Los había de muchos tamaños y claro la comida escaseaba y los más grandes decidieron comerse a los más pequeños. Como había bastantes peces gordos uno de esos peces tomó la decisión de salí de la ciénaga que había sido su hogar. Salió a la superficie y lo pasó mal. Otros congéneres suyos hicieron lo mismo y fracasaron en el intento hasta que uno de ellos se adaptó y mediante saltos fortaleció sus aletas. Los peces gordos y otras especies vieron mermar su alimento y salieron a la superficie en busca de su comida.

Los años pasaron y el pez que salió de la ciénaga se transformo para poder vivir mejor, Algunos tenían escamas húmedas, otros caminaban hasta que un día y hartos de tanto correr y desvanecerse a cada rato para evitar ser el almuerzo de otras especies desarrollaron un corazón con el que controlaban el oxigeno.

Todas las especies se vieron amenazadas por los cambios climáticos. Glaciaciones, calentamiento global, escasez de alimentos... Muchos sucumbieron ante el impacto de un meteorito. Pero las especies que resistieron se vieron fortalecidas.

Aunque la mayoría de las especies se extinguieron hubo un pequeño roedor que logró hacerse un hueco entre tanto bicho grande. Este roedor creció y se transformó en un simio. Por primera vez en muchos miles y miles de años apareció un homínido. Ya nada queda de ese pez que la nave Agnatos depositó en a ciénaga. Este primate evolucionó hasta convertirse en un Sapiens, o sea nosotros.

Es por ese motivo que tu, papá, mamá y yo procedemos de un ser alienígena que tuvo transformase para sobrevivir en este planeta. Y cuando se avista un OVNI significa que la especie que nos dejó nos está viendo, algunas veces bajan y nos transportan a su planeta, nuestro planeta de origen...

-¡¡Mamaaaaaaaaa!!-La pequeña Marta sale corriendo a la habitación de su madre.-Sergio dice que somos marcianos.
-¡Sergio! ¿Qué demonios le estas contado a tu hermana?-Me abronca mi madre señalándome con su dedo.-No sabes que es pequeña y se asusta fácilmente.
-Sólo le estaba contando la historia de la vida en la tierra-le explico- es que mañana tengo un examen de ciencias y con alguien tengo que ensayar, si al menos tuviéramos un perro pues no tendría que hacer esto.
-¡Basta! ¡Castigado sin salir este fin de semana! ¡Y sin ordenador hasta que yo lo diga!
-¡Maldito examen de ciencias!

$.M.K.

5 comentarios:

Autores Reunidos dijo...

jejeje. los hermanos tienen un peligro....
Un aleccionador texto que podría ser cierto... ¿porqué no...?
Gracias por este cuento tan de Darwin a tu estilo, jeje.
Un beso,
Natacha.

Pedro Estudillo dijo...

Jajaja, qué peligro de niño, seguro que saca un diez en el examen. Un diez en imaginación, aunque.... quién sabe.
Me encantó tu historia.

Un abrazo.

Calvarian dijo...

Menudo resumen de la historia de la vida. jajaja
Muy bueno
Abrazox

Julio dijo...

Muy bueno y genial la terminación.
Un abrazo

$MK dijo...

Muchas gracias a todos!

La verdad es que estaba corto de ideas y lo escribí depreisa y corriendo porque se me acababa el plazo =P

Nota:el niño no sacó un diez porque está basado en parte en mis años escolares (por lo menos me ha servido de algo jejeje)