ESTAMOS PUBLICANDO AHORA LOS RELATOS DE: GÉNERO: "LIBRE"; TEMA: "EMPECEMOS JUNTOS".

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martes, 26 de mayo de 2009

NUNCA DEJES DE VOLAR

Palabras… hay mucha gente que aun no sabe el poder de atracción que ejercen con nosotros con solo leerlas, es lo único que piden, a cambio, si te dejas llevar, si tu imaginación te lo permite, te transportaran a mundos lejanos llenos de sensaciones, de aventuras…

No os podéis llegar a imaginar cuanto hecho de menos mi infancia, mi gran inocencia, mi imaginación en su máximo esplendor…

Hay veces que consigo viajar a esos años de fantasía, donde la magia emerge de cualquier sitio, donde se respira otro aire, donde nada importa. Tal vez si ahora mismo consigo concentrarme pueda viajar al mundo de los recuerdos...

Tengo la boca pegajosa. Me relamo, sabe a chocolate. Acabo de merendar lo que más me gusta, un mendrugo de pan con un par de onzas de chocolate. Estoy escondido tras el sofá donde se sentaba mi padre, donde soy invisible, todo está en el más absoluto silencio. A mi rededor no hay nadie, ni mi madre con esa enorme barriga donde por unos meses estuvo viviendo (y ganduleando) mi hermana, ni mi padre que debe estar trabajando, ni siquiera mi hermano gemelo buscándome para las continuas batallas de indios y vaqueros, príncipes y ladrones o cualquier otra pelea de bandos que se preciase (recuerdo una entre ranas y sapos que no podían coexistir y luchaban por reinar un lago, yo tan solo era un renacuajo, la última esperanza de los sapos verrugosos, y por ser tan pequeño solo podía deslizarme por el suelo, mientras el, el mas hermoso príncipe “rano” que nunca existió, podía saltar encima de mí. No hace falta decir quien ganó… yo, porque al saltar sobre mi se escurrió y se abrió la frente. Sin duda fue mi mejor victoria)

Estoy solo... ¡Oh! No, no estoy solo, tengo en la mano un viejo libro que desprende un intenso olor a magia, a aventuras, a inocencia…Miro la portada. Ya lo recuerdo, ya sé que libro es, y rápidamente comienzo a pasar una hoja, y otra, y otra más.

Llegados a este punto os tengo que contar un secreto, pero debéis prometer no contarlo nunca. ¡Shh! Ahora acercaros a mi lado:

Yo soy El principito… Si, seguro que habéis leído el libro de Antoine de Saint-Exupery que narra algunas de mis aventuras. Yo fui el que viajó por varios planetas, y conoció a todas esas personas, hasta que en uno de mis viajes fui a parar a un planeta llamado Tierra y hablé con un piloto de aviación que se encontraba en medio del desierto, él es el mismo que plasmó mi viaje.

Me hubiese gustado que hubiese sido diferente, que mis amigos me hubiesen creído y hubiesen venido conmigo, ellos estaban ensimismados con la pelota, las peleas para ver quien era el más fuerte, y los enamoramientos precoces mirando de reojo a las niñas. He de reconocer que a veces yo también lo hacía, pero normalmente me sentaba en algún banco o esquina hasta que me golpeaba la pelota, me peleaba, y miraba de reojo sonrojado a las niñas.

También me hubiese gustado que el aviador hubiese contado todos los lugares que visité, pero sería imposible que hubiese papel para escribirlos todos, porque viví una historia interminable, di la vuelta al mundo en 80 días, luego fui al centro de la tierra, para terminar haciendo muchísimas leguas en un viaje submarino. Fui al país de nunca jamás, al país de las maravillas, subí a grandes navíos, y visité lugares donde habitaban princesas y príncipes así como brujas malvadas y hechiceros maléficos, o piratas con la barba de diferentes colores, parches en los ojos y patas de palo. También conocí a grandiosos dragones, hadas traviesas, gnomos sabios, elfos juguetones, y a los liliputienses…

Pero también descubrí que hay mundos que te visitan ellos a ti, durante los sueños, y convierten a estos en pesadillas, aunque solo hayas leído, sin que se enterase nadie, unas pocas líneas de un libro de adultos.

El libro era de mi madre, era el que estaba leyendo por entonces, lo vislumbré sobre una mesita y no me pude resistirlo, lo cogí velozmente y me escondí detrás del sofá, el único lugar donde me hacía invisible, (lo supe porque nunca nadie supo donde estaba, o tal vez me descubrieron y dejaron que me hiciera invisible) y leí esas pocas líneas y lo dejé estar porque tuve miedo, y al llegar la noche me visito ese payaso sanguinario. Desde entonces es un trauma infantil. Nunca lo he terminado de leer, como tampoco he visto la película. No tengo miedo a los libros de miedo, ni a las películas de terror, ni siquiera a los payasos, solo al payaso de It de Stephen King.

Y entonces vuelvo a la realidad, al ser que recuerda todos aquellos lugares, y que ha viajado por todos ellos, y me doy cuenta que lo sigo haciendo, que sigo viajando, que sigo teniendo algo de esa inocencia, que soy un niño grande, como también me doy cuenta de que cuando esa inocencia se consuma y me haga definitivamente un adulto, iré al rebufo de los niños y volveré a viajar y a reencontrarme con esos viejos amigos que conocí, que luego lo haré de la mano de mis hijos y más tarde de la de mis nietos, hasta que llegué el momento de viajar a un lugar que no conozco y que tarde o temprano tendré que visitar.


Leinad23


12 comentarios:

Autores Reunidos dijo...

Me ha gustado... me ha llevado tu forma de expresión y los acompañamientos llamados sensación y traducidos en palabras, nombres y formas.

Coincido con el payaso de It; como también en la retrospección que haces y lo que encuentras...

Un saludo,

Emig

Carmina dijo...

un placer el haber viajado de tu mano a tantos y tantos lugares... que buena compañia un buen libro... Stephen king no esta entre mis lecturas, pero despues de lo que cuentas del payaso sanguinario, creo qeu lo dejare todavia en el olvido, espero que no dejes nunca de volar, de soñar y de viajar otros mundos... yo ahora vuelo con mis hijos, en solitario y de la mano de ellos, les he contagiado el placer por la lectura...

Pedro Estudillo dijo...

Ha sido un viaje alucinante, y sin moverme del sillón, qué lujo.
También yo leí It cuando en mi espíritu aún albergaba un poco de la inocencia de la niñez, y no podré olvidar nunca la impresión que me causó.
Y el resto de aventuras... qué pasada, las he recordado casi todas.
Muchas gracias.
Un abrazo.

Marinel dijo...

Ese payaso asustador mejor dejarlo bien alejado Principito...
Preciosa historia llena de sensaciones plácidas de la infancia sentida, en la que sumergirse a través de un personaje favorito,siempre es gratificante y hermoso.
Me ha gustado mucho.
Besos.

21 GRAMOS DE ALMA dijo...

hola me gusta mucho el cuento del principito y como lo describes ....me perdi en tu fantasia , gracias amig@ ,besos .

$MK dijo...

Al ser un dibujo animado de Groening al unico payaso que conozco es a Krusty. No tengo el gusto de conocer al Payaso de It personalmente, ni tampoco al pricipito. Aun sigo buscando el camino de vuelta cuando fui a Visitar a Alicia en su Pais de la maravilas, creo que el gato de Cheshire me dió la dirección equivocada, maldito gato!.

Muy simpatico tu relato, siempre me imagino que soy un personaje de fantasía y/o ficticio cuando tengo ocasión.

Seo dijo...

es una pena llegar a ese momento en que se pierde la inocencia y se crece

yo me declaro habitante del pais de nunca jamas jejeje

un saludo

Kassiopea. dijo...

Genial el relato. Por un momento me has hecho recordar mi infancia. (Menos por lo del payaso, porque It no lo he leído, aunque he visto la peli)

Autores Reunidos dijo...

Delicioso paseo por la imaginación de cada libro, de cada historia. Leinad, espero que no, que nunca crezcas, que mantengas ese miedo al payaso de It (miedo que comparto)siempre.
Que sigas viajando, querido amigo.
Gracias por el paseo...
Un beso
Natacha.

isis de la noche dijo...

Pues mi querido Principito.. Además de planetas, yo creo que viaja en las letras.. en las suyas y en las de otros, con esa maravillosa sensibiidad de abrir la mente a todos los mundos que estas puedan plasmar.

Y claro.. No cabe duda de que es un aventurero que surca cada nuevo horizonte que vislumbra en su propio mundo interior...

Bien dicho amigo: ¡NUNCA DEJES DE VOLAR!!!!

;)

besos..

Luci dijo...

Qué maravilloso recorrido a través de las letras!
He volado y soñado contigo, Leinad, recordando esas bellas historias de las que te sentiste protagonista.

Leí otros libros de S. King, pero no It... creo que muchas de sus historias me han dejado una huella en mi soñar, especialmente El resplandor.

Te felicito por tu narrativa amena!
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Muchas gracias a todos por abrocharos el cinturón y viajar conmigo por estas letras. Nunca dejéis de volar soñando ni de soñando volar