Envuelta en la neblina de los recuerdos de un niño de apenas seis años, se grababa aquella imagen…”La primera vez que le vi”.
De rodillas sobre el sofá, apoyado en el respaldo, observaba desde “mi ventana”, con la mirada inocente de un niño curioso, como mi abuelo, mi padre, y mi madre, bajaban de nuestro Simca 900 color crema. Mi madre llevaba en sus brazos a mi hermano, envuelto en una manta, no sabría decir si azul clara o blanca.
Cuando les perdí de vista, salí corriendo hacia la escalera. Allí, mi madre, cansada, pero inmensamente alegre, apartaba la ropa que le cubría para que viéramos su último y pequeño tesoro. Aquella diminuta cosita inmóvil, que parecía dormir, cambiaría nuestras vidas para siempre.
No puedo imaginarme la “primera vez” que le dijeron a mi madre que su pequeño tesoro tenía un retraso mental severo. No puedo, ni quiero imaginarme las lágrimas de desesperación y tristeza que corrieron por su rostro, y la inmensa pena que sufrió. Yo… era demasiado pequeño. No puedo imaginarme el sufrimiento de mis padres en aquellos primeros viajes a Barcelona, al hospital San Juan de Dios, donde no les dieron esperanzas de que su hijo llegara a andar o hablar algún día, dado el pequeño tamaño de su cráneo.
Mis recuerdos se detienen en la tristeza de una infancia compartida con mi otro hermano, junto a mis abuelos, con las continuas ausencias de mis padres, con la familia decantando sus esfuerzos y atenciones en conseguir sacar adelante aquella “cosita” que el destino había puesto en nuestras manos.
No fue fácil. Mis padres estaban fuera de casa la mitad del año, en aquel hospital, donde mi madre aprendía a “educar” el cuerpo de un niño que, en un principio, se empeñaba en no vivir, vomitando todo lo que comía, pero con la prescripción médica de seguir dándole comida porque algo quedaría dentro que no expulsara, y le sirviera de alimento. Sé que fue aquel esfuerzo, aquella dedicación, aquel empeño, aquella férrea fuerza de voluntad, aquel amor y aquella esperanza, que sólo una madre puede tener, la que comenzó a sacarle adelante. Interminables sesiones de gimnasia, movimientos articulares, masajes y demás, finalmente… dieron sus frutos…
Los médicos no se explicaban la evolución de aquel “pequeño”. Pronto comenzó a hablar, con el peculiar estilo que le sigue caracterizando, cortando palabras, cambiando fonemas, mezclando significados… En definitiva, era el nacimiento de su lenguaje particular.
Tengo el orgullo de haber presenciado, junto a mi abuela, una de sus más importantes “primeras veces”…cuando comenzó a caminar. Fue una tarde fría, de un viernes del mes de noviembre, en el pasillo de mi casa, contradiciendo las previsiones de los galenos que, con pesimismo o quizá realismo, no creían que anduviera nunca, o, si lo hacia, sería a los 4 o 5 años. Tenía 19 meses… Mi abuela le seguía… agachada, pendiente en todo momento de que no se cayera…al otro lado del pasillo, yo, con mis casi 8 años, de rodillas, le esperaba, con cierto temor al ver aquellas piernitas enclenques y aquellos piececitos que calzaban ya unas botas ortopédicas. Pero llegó hasta mi, con los ojos cruzados por un estrabismo terrible, que hubo que operar, con su perenne nigtasmus, (puedo imaginarme la desesperación del cirujano operando aquellos pequeños ojos que, a pesar de la anestesia, seguían moviéndose) mirando, seguramente no viendo más que una imagen difuminada, pero sonriendo como nadie puede sonreír. Como olvidar aquello…
Y… ha habido tantas otras primeras veces…
La primera vez que durmió fuera de la habitación materna, lo hizo conmigo. Los médicos recomendaron esa pequeña independencia, y quien mejor para llevarla a cabo que su hermano mayor. No fue fácil. Movía las piernas continuamente, rozándote hasta dejarte en carne viva como a mi madre. Acabé buscando soluciones…durmiendo protegiéndome con las rodillas, o con mis piernas sobre las suyas. Finalmente, con un par de patadas a tiempo, su pequeña cabeza captó el mensaje…
-Este tiene una mala leche de cuidado…-Debió pensar
Más tarde llegó la primera vez que fue al colegio; la primera vez que botó el balón de baloncesto varias veces seguidas, coordinando el movimiento de sus manos con la subida y bajada de la pelota; la primera vez que jugó al tenis siguiendo la bola por el sonido del bote porque no la veía hasta que la tenía encima; la primera vez que se ató los cordones de los zapatos por obra de su profesor, que bendita paciencia la suya, lograr que aquellas esbeltas, pero rígidas y nerviosas manos fabricaran aquella lazada imposible; la primera vez que se abrochó un botón; la primera vez que consiguió darse la cremallera del chándal; la primera vez que firmó con su nombre de forma legible; la primera vez que leyó y comprendió la frase. La primera vez que…
Este año hemos tenido otra…”primera vez”. En agosto fue de campamento. No quise hablar con él mientras estuvo de viaje. No quiero que piense que todo el tiempo estamos pendientes de él, aunque sea así. Ya se encargó a su regreso de preguntar si le eché de menos. Prefiero darle a estas cosas el aire de normalidad que su madre no es capaz de dar, porque una madre es lógico que pierda cierta perspectiva.
Soy consciente de que habrá miles de cosas habituales que en su vida nunca tendrán su primera vez, pero el hecho de ayudarle a conseguir alguna de ellas supone para mi un reto y un orgullo, porque conmigo aprendió a tener alguna “primera vez” mi hermano Jesu, un tipo genial.
CALVARIAN
Ocupaciones de jubilada
Hace 2 meses
26 comentarios:
En principio es un homenaje a mi madre, se lo merece. Sufre las consecuencias de tanto esfuerzo y tanta paciencia...y el tío sigue y sigue...como las pilas duracel. Es el Insistión jajajaja
Bésix y abrazox
Es importante pararnos de vez en cuando y mirar alrededor, para encontrarnos con las historias del pasado que forman parte también de nuestra historia, de las personas que queremos y de las que con su esfuerzo han puesto rumbo a las velas de nuestra propia vida. Un magnifico homenaje, un excelente escrito, un abrazo...
No sé qué decirte, porque mi imparcialidad hacia tí sabes que es total.
Sigo sorprendíéndome de esa enorme máquina roja que te late en el pecho, y a cada momento entiendo más claramente que la recompensa llegará alborotando precisamente ese que te late dentro.
Tu madre ha sido afortunada de poder contar con alguien como tú en su vida, y de eso puedes estar seguro.
Y no es peloteo,sabes que a mi eso no me gusta ni "mijita", pero verdad solo hay una, y es que tú, te miren por donde te miren, eres una gran persona.
Mil besos, tipejo.
Os mereceis el cielo tus padres y tu...bueno toda la familia, Jesus es un ser adorable, estoy segura que tu tambien has aprendido algo de el..pues esta personas saben vivir mejor que nosotros.
!Y mira si es listo! sabe ponerse las pilas ni mas ni menos que duracel.
Me ha encantado, mis respetos a tu madre por ser eso una madraza,si tu hermano hoy esta hablando y andando esoy segura que el merito es de todos vosotros.
Besos para todos!!
Que sería de estas personitas sino existieran hermanos y padres como ustedes!!
Mi vida laboral me ha hecho transitar por el camino de esas primera vez, y no siempre están acompañados por personas como ustedes.
Bellisimo relato y de amor.
Un abrazo
María Rosa
Un gran desafio que sólo el amor puede transformar en milagros
Me uno emocionada al homenaje que le has brindado a tu madre.
Siempre viví fuera y no pude apoyarla en esos duros años. Desde aquí mi respeto, mi cariño y mi amistad para los dos.
Lo has descrito desde la óptica de un niño,con una ternura especial.
Me impresiona tu capacidad de amar...
Besix
Sólo el amor puede conseguir esos milagros. Sólo el amor te da la fuerza suficiente como para sobrellevar las adversidades. Y sólo el amor de una madre puede llevar esa clase de amor dentro.
Sabes, sus descubrimientos, los de Jesu, sus primeras veces, son también primeras veces para vosotros. Y ya sabes cuánto me gustan los comienzos...
Deberíamos comenzar todos un poco cada día.
Es un precioso homenaje para tu madre, para Jesu y para todos vosotros, los que lo tenéis cerca.
Besitos
Lala
Tú Madre, y Jesú, tienen lo mejor; a ti, Tú.
Besos! =)
Me encanta Calvin, a pesar de todo os une una relación muy especial, y ya sabes del gran cariño que le tengo al pequeño insistión, aunque claro no le aguanto ninguna de las suyas, así es fácil que me caiga bien.
No olvides que todo esfuerzo tiene su recompensa, eres grande tío.
Besos.
Que relato más bonito Maestro!!
Es verdaderamente precioso y sentido..
besoss y abrazos
sara
Buf! Tengo que detenerme y capturar todas las sensaciones que este texto me ha provocado. Sinceramente...grandioso...
Increible familia
es un bonito homenaje a tu madre, pero creo que todos los miembros de tu familia hicisteis un gran labor con tu peque y hace falta mucha voluntad y cariño para conseguir sacarle adelante cuando los medicos no daban ni un duro por el(cosa que hacen muy a menudo con pacients a los que no les interesa "cuidar")
es una primera vez o veces muy especiales
besos
Desde luego, es un relato totalmente enternecedor y mas sabiendo que es real.
Tu madre se ha ganado el cielo con esa constancia, y empeño en que tu hermano saliera adelante, y su hermanito mayor ha hecho y está haciendo una gran labor que no haría cualquier hermano.
Felicito a Jesu, porque aún en su mundo, y aunque sea a veces un tocapelotas contigo, estoy segura de que sabe el gran cariño que tiene a su alrededor.
Un abrazo grandote Luís.
Creo que el cariño y el amor, es uno de los mejores medicamentos... al menos el único milagroso...
Se me quedan cortas las palabras de lo que pienso tras leer el texto... sólo felicitaros por ser como sois, todo un ejemplo!
Mil besos desde el abismo
Es un relato lleno de amor hacia tu hermano, y a esa madre luchadora, que aunque le digan que no hay nada que hacer, siempre saca fuerzas para conseguir lo imposible.
Me he emocionado por esas palabras, y veo que tu has hecho posible también bastante.
Os felicito por esa unión que veo entre tu hermano y tu.
Un abrazo.
Eres maravilloso,tanto tu madre como tu, sois personas ejemplares.
Tu hermano tiene muchisima suerte de teneros a su lado.
Entiendo perfectamente a Hada, cuando habla de su imparcialidad hacia tí, pq siento lo mismo, tienes un hermoso y gran corazón y me siento muy afortunada de conocerte y ser tu amiga.
Besitos dulces.
La verdad es que me ha encantado el relato. Me he emocionado y todo. Gracias por compartirlo.
Un rampyabrazo.
Sin ninguna duda tu madre está enormemente agradecida de que tus abuelos, tu hermano y tú le permitierais dedicarse en cuerpo y alma a "vuestro pequeño". Los lazos que unen a los hermanos son los más fuertes que existen, es algo de lo que estoy convencida, pero cuando los hermanos se unen ante la dificultad, esos lazos ya son irrompibles.
Tu alma es enorme.
Caray,Luis...
Si que me has hecho llorar,sí!
Que preciosidad de homenaje,qué palabras tan hermosas cargadas de senimiento,de amor fraternal y materno...
No sabes lo muy orgullosa que estoy de leerte,amigo mío.
Y tú dirás,que por qué leches va a estar esta orgullosa de mí!¡ni que fuera mi madre!
Pues no...pero me siento amiga tuya y eres un cielo ¡calvorota!
Besos miles y miles y miles...
Calvarian, un relato importante lleno de sentimientos y sensaciones de esas primeras veces duras, y de esas primeras veces de existo y recompensa al esfuerzo de toda la familia.
Eres bueno escribiendo, un relato excelente.
Un abrazo
Julio
Una pasada Calvix, una pasada. Tu madre, y ese Insistión, ya parte de nostros gracias a tí. :) besazos!!
Qué precioso relato. Un muy bonito homenaje a tu madre.
Esos momentos de la niñez que hemos tal vez guardado en estancos muy viejos que no sacamos afuera siempre.
Maravilloso.
Besitos.
Gracias a todos. Como digo mi madre es la principal artífice de todo...no se lo digais que se crece. Luego estuvo mi padre...y detrás Juan y yo. Ahora quedamos tres contra él jajaja
Un adorable gruñón, pero cansino como él solo jajaja
Bésix y abrazox
Puedo imaginar perfectamente lo que ha supuesto sacar adelante a un hijo con una minusvalía apesar de las pocas perspectivas de mejoría.Conozco muy de cerca muchos casos como el que nos acercas y a madres y herman@s con coraje.
Tu gran capacidad para valorar cosas tan insificantes para el resto de las personas, dice mucho de lo que para ti es importante.
¡Viva por tod@s ell@s y por vosotros!
Saludos.
Pues bien querido amigo, hoy lograste emocionarme. Cuánta sensiblidad alberga tu corazón. Eres para él su segundo padre. Imagino la lucha y tenacidad de tus padres por lograr todo aquello que los médicos (para variar) consideraban imposible.
Un beso grande para el Insistión y otro para tí.
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