La primera vez que vi a Liliana, me atrajo inmediatamente como si fuera la única persona presente. Para mí, ciertamente, era la única que importaba. Me gustaría creer que la sensación debió ser mutua, porque nuestras miradas se encontraron, nos aproximamos, y comenzamos a charlar animadamente.
No tardamos en encontrar intereses en común, en los estudios, las comidas, los pasatiempos. Allí donde no coincidíamos, cada una de nuestras almas se complementaba con la otra. A mí me gustaron siempre los juegos de palabras, mientras que ella resultó ser buena con los números.
En medio de la fiesta en que nos encontrábamos, ya no prestábamos atención a compañeros y amistades, ni hacía falta que nos presentaran. Una sensación de déjà vu recorría mi cuerpo como una corriente cálida, como una buena señal. Yo notaba en ella las pupilas dilatadas que denotaban interés, simpatía, la proximidad de su cuerpo con el mío, el tono de su voz, todo aquello que quisiera que fuera exactamente lo que a mí me gustaría interpretar.
Mi pasado reciente había sido difícil, y el hecho de viajar para estudiar en la universidad solo había sumado más stress a mis días. Mis padres no me comprendían. Algunas de mis amigas me criticaban y mis amigos pensaban que yo era libriana, cuando en realidad soy de Aries.
Con Liliana todo estaba bien, y si algunos creen que la primera impresión es la que cuenta, yo agregaría que en nuestro caso las siguientes impresiones reforzaban la primera. Nos encontramos muchas veces para conversar, para estudiar, la escuché hablar de sus problemas, y la abracé cuando lloró sobre mi hombro por el final de la relación con su novio. La reconforté, le levanté el ánimo, le ayudé a pensar en otras cosas mientras salíamos juntas.
Llegó el momento en que me atreví a proponerle que viva conmigo, que compartamos los gastos de alquiler y dividamos las tareas cotidianas. Cuando aceptó, me sentí mucho más feliz de lo que ella percibía.
No sólo somos buenas amigas, ni somos exactamente como hermanas, aunque la conexión entre ambas es así de sólida. Siento como si nuestras almas hubieran estado juntas hace mucho tiempo, quién sabe si en otra vida, y ahora hubieran vuelto a encontrarse y unirse.
Cuando la contemplo durmiendo, como ahora, no puedo dejar de notar lo que los griegos calificarían como ideales de belleza: la simetría y las proporciones de sus formas, la manera en que se destacan las luces y sombras sobre su cuerpo. Noto el suave ritmo de sus movimientos respiratorios y la completa paz y relajación que expresa su rostro, como un ángel descansando, como una princesa que esperara ser despertada con un beso. Quisiera pensar que en estos momentos tiene los mismos sueños que yo he tenido con ella, los que tendré dentro de poco, cuando vaya a mi cuarto y también me acueste.
Ya voy, Liliana de mis sueños, confiando en que un día también en los tuyos nos encontremos.
Jorge Fénix
No tardamos en encontrar intereses en común, en los estudios, las comidas, los pasatiempos. Allí donde no coincidíamos, cada una de nuestras almas se complementaba con la otra. A mí me gustaron siempre los juegos de palabras, mientras que ella resultó ser buena con los números.
En medio de la fiesta en que nos encontrábamos, ya no prestábamos atención a compañeros y amistades, ni hacía falta que nos presentaran. Una sensación de déjà vu recorría mi cuerpo como una corriente cálida, como una buena señal. Yo notaba en ella las pupilas dilatadas que denotaban interés, simpatía, la proximidad de su cuerpo con el mío, el tono de su voz, todo aquello que quisiera que fuera exactamente lo que a mí me gustaría interpretar.
Mi pasado reciente había sido difícil, y el hecho de viajar para estudiar en la universidad solo había sumado más stress a mis días. Mis padres no me comprendían. Algunas de mis amigas me criticaban y mis amigos pensaban que yo era libriana, cuando en realidad soy de Aries.
Con Liliana todo estaba bien, y si algunos creen que la primera impresión es la que cuenta, yo agregaría que en nuestro caso las siguientes impresiones reforzaban la primera. Nos encontramos muchas veces para conversar, para estudiar, la escuché hablar de sus problemas, y la abracé cuando lloró sobre mi hombro por el final de la relación con su novio. La reconforté, le levanté el ánimo, le ayudé a pensar en otras cosas mientras salíamos juntas.
Llegó el momento en que me atreví a proponerle que viva conmigo, que compartamos los gastos de alquiler y dividamos las tareas cotidianas. Cuando aceptó, me sentí mucho más feliz de lo que ella percibía.
No sólo somos buenas amigas, ni somos exactamente como hermanas, aunque la conexión entre ambas es así de sólida. Siento como si nuestras almas hubieran estado juntas hace mucho tiempo, quién sabe si en otra vida, y ahora hubieran vuelto a encontrarse y unirse.
Cuando la contemplo durmiendo, como ahora, no puedo dejar de notar lo que los griegos calificarían como ideales de belleza: la simetría y las proporciones de sus formas, la manera en que se destacan las luces y sombras sobre su cuerpo. Noto el suave ritmo de sus movimientos respiratorios y la completa paz y relajación que expresa su rostro, como un ángel descansando, como una princesa que esperara ser despertada con un beso. Quisiera pensar que en estos momentos tiene los mismos sueños que yo he tenido con ella, los que tendré dentro de poco, cuando vaya a mi cuarto y también me acueste.
Ya voy, Liliana de mis sueños, confiando en que un día también en los tuyos nos encontremos.
Jorge Fénix
23 comentarios:
Querido Jorge, felicitarte también por este nuevo regalo para todos.
El amor, está claro, se abre camino por cualquier sitio.
Cualquier mirada, cualquier gesto, sirve para despertar amor.
Gracias Jorge. Maravilloso texto, tierno y efectivamente, discreto.
Un beso, querido amigo
Natacha
Que texto tan sutil, delicado, real...
Me ha gustado mucho Jorge.
Te felicito de todo corazón, Jorge, pues la ternura que se desprende es inmensa.
Muy bien narrado, y confieso que al principio creí que eras vos mismo quien contaba la historia que te estaba sucediendo, o que era un hombre el protagonista.
El factor sorpresa suma puntos a tu favor, por lo bien logrado del mensaje final, más aún por la acertada elección del título.
Un abrazo grande, amigo!
Hola jorge muy buen escrito, me ha encantado ,ojalá como bien dices liliana en ese momento que la mira esté también soñando en que están juntas y un dia ese amor se materialice.
Saludos
Me alegro de que les guste, quienes escriben saben que bueno es cuando la propia obra, la creación que uno ha hecho cuidando cada linea,es bien recibida. Precisamente, he cuidado que sea una historia de amor y ternura. El tema ha sido tratado con el respeto que merece.
Si esperaban algo personal...bueno,me temo que tendran que esperar que escriba mi autobiografia,la cual contendria tambien historias de amor, de humor, de lucha..de todo,como la vida misma.
Gracias a todos por los comentarios.
Muy bella historia, amigo, y muy bellamente contada.
Da gusto ver como este proyecto esta tomando forma.
Un saludo y enhorabuena por el resultado
Definitivamente, hay personas con un gran sentido de la sutileza y el estilo, y Jorge no pudo ser mas exacto.-A veces es muy difícil tocar ciertos temas , y el amor es uno de ellos, dependiendo del tipo de amor y el platónico, por ser justamente "imposible", quizás es uno de los más fáciles de escribir, porque en algún momento de nuestras vidas, tenemos uno. Felicitaciones querido amigo de veras que con este relato, puedes estar seguroq eu despertaste la inspiración y los recuerdos de todos los que estamos en esta deliciosa reunión de autores.
Excelente forma de abordar un tema tan controvertido como la homosexualidad.
Al fin y al cabo lo que cuenta son los sentimientos. :)
Mis felicitaciones.
Hola Jorge: simplemente felicitarte por este trocito de vida... ha resultado muy interesante seguir el discurso e ir descubriendo matices y significados escondidos tras las palabras. Un relato inteligente y amoroso. Un saludo: Alicia
Jorge, una vez más uno de tus relatos me ha impresionado. Desde el título sugerente hasta el final sorprendete me ha encantado. Un relato de amor tierno, dulce, discreto. Te felicito.
Un abrazo.
Conchi
Gracias a todos. Tambien a mi me gusta ver como el proyecto sigue tomando forma y creciendo, y como aumenta casi cada dia el número de colaboradores. Tendré que esperar varios dias para leer los relatos por venir, pero los esperaré pacientemente.
El título ya incitaba a querer leer Jorge, como todo lo que ecribes, que decirte, ¡me encantó!!, como se comenta, en un principio se espera que sea un hombre a una mujer, dedicados esos sentimientos, hasta casi el final no se descubre, es lo de siempre, lo que conocemos, lo que esperamos, por eso quizás haya sido más hermoso, por salirse de lo que se considera normal...
Muchos besos y gracias por esta historia tan especial.
Una delicia de historia.Un amor tierno,puro y platónico con el deseo ferviente de verlo materializado;hecho realidad.
No te conocía Jorge y me ha encantado la forma elegante de tratar el tema de un amor actual,pero no el típico.Sí,me ha encantado.
¡Qué rebuenos que sois todos los de por aquí,da gusto entrar!
Enhorabuena.
Besos.
Qué historia más sugerente... Eso sí, deja con ganas de saber más xD Muy bonito texto, Jorge; la elección del tema ha sido además muy original.
Hola Jorge.
Además de encantado de saludarte, lo mismo digo en cuanto a leerte. Me ha gustado la manera impersonal en que se traduce tu relato. Donde ves amor, el que no pide, tan solo sueña. El que hace de observador silencioso, pero confirma que desde ahí, aun sin deseo, el mágico impulso está y lejos de desaparecer incrementa su presencia... Me ha gustado porque llegas a querer que suceda lo que cuentas...
Un cordial saludo
Sendieva: gracias,amiga. Pensé que no sería lo mismo si no iba soltando la información poco a poco, pues la historia no termina hasta la ultima linea. Quise poner casi las mismas ideas de Platon disimuladas dentro del discurso de la protagonista.
Muchos besos desde esta orilla,guapa.
Gracias por los nuevos comentarios. Al leer que el tema de este mes debía ser el amor platónico, no sabía al principio qué escribir, pues ni sabia en qué consistia exactamente tal concepto.
Estoy contento de haberlo captado y de que Natacha tuviera paciencia para explicarmelo. :-)
Cuando ví quien firmaba este bonito relato me pregunté ¿no és Jorge quién decía que no sabía lo que era un amor platónico? no me hizo falta confirmarlo, pues tú mismo lo confirmas en este último comentario y... te digo ¿cómo sería tu historia si lo llegas a saber...? ¡Felicidades!
Abrazos.
Me gusta además porque, de forma muy muy sutil (casi imperceptiblemente y sin caer en topicos) le has dado el tono necesario para que finalmente parezca que lo escribe y lo piensa una mujer (aunque el escritor sea un hombre), lo que contribuye a reforzar el final sorpresa.
Creo que es porque dejas clara la tensión afectiva que siente la protagonista pero esta tensión es suave y cálida, equilibrada... femenina.
Como decimos a este lado del charco "¡Lo has clavao!"
Hola Jorge, encantada de conocerte.
Un relato estupendo, refleja un amor-platónico tierno, fresco y transparente. En el amor no importa la condición, simplemente existe, no debemos reprimir los sentimientos, incluso pueden despertar en uno mismo sensaciones desconocidas. ¿Despertarán en Liliana otras sensaciones? … ya nos contarás.
Un abrazo
Gracias Bowman, supongo que he podido equilibrar bien el yin y el yang y tratar de imaginar algo que resulte verosimil. Pues como es,como se siente realmente, eso no lo sabemos, solo la protagonista sabe, pero algo verosimil, aceptable para los lectores, supongo que se puede lograr.
Fair lady: gracias por los comentarios. Procuré buscar un punto de vista original que hasta el momento no habia sido mencionado. Como sigue..no lo sé, no seria problema imaginarlo,solo que no sé de qué tratarán los relatos el mes próximo. Dejaré que los lectores imaginen las continuaciones posibles y asi,en vez de una,habrá muchas.
Sublime! Desde mi perspectiva, no hay otra palabra para describir este texto. Muy bello.
Haydeé
Bonito relato Jorge, me reitero a lo que ponen otros blogueros, tu texto desprende una enorme ternura, me ha gustado leerlo y gracias por compartirlo con todos nosotros.
Saluditos.
LEZ
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