ESTAMOS PUBLICANDO AHORA LOS RELATOS DE: GÉNERO: "LIBRE"; TEMA: "EMPECEMOS JUNTOS".

ÓRDEN DE PUBLICACIÓN EN EL LATERAL DEL BLOG. DISFRUTAD DE LA LECTURA, AMIGOS.


viernes, 29 de agosto de 2008

AL OTRO LADO...

Sobre el suelo se sentó, tras dejar escurrir su espalda por la pared.

Abrazando sus rodillas pensó, una vez más, en esa voz. Esa mujer que escuchaba cada lamento, cada problema. Ella podía saber cuando se sentía triste o esperanzado. Tantas horas conversando, tantos secretos compartidos, tantas confesiones de sus miedos…

Ella, con esa cálida voz… imaginar su rostro, sus ojos, tantas veces llenos de lágrimas solidarias y comprensivas, era un juego al que se abandonaba con frecuencia. Unas dulces manos con las que soñar. Ciertamente se había enamorado de ella, de su voz, de su luz, de su alma…

Jonás estaba hoy mal, muy mal. Ella se marchaba, para siempre… A intentar, después de casi un año, recuperar su vida. Intentaría salir a flote una vez más, tal como ella le había contado. Sabía todo de su vida, sus hijos, su esposo… volver a empezar de nuevo, una oportunidad más para ser feliz…

Jonás no era tan afortunado. Le esperaba la soledad… otra vez. El tedio en aquel cuarto blanco, con su ropa blanca y sus blancas sábanas.

“Enloqueceré ahora para siempre. Cuando ella se marche con los suyos. Ella es el ángel que Dios puso en mi vida. ¿Por qué ahora ha de quitármelo? Tan solo deseo oír su voz, su compañía. Amarla en silencio”.

Un leve sonido, como cada día a la misma hora, le sacó de su ensimismamiento, de sus lágrimas y de sus miedos. Ella estaba allí para dar sentido a su día. Para decirle que hoy también valía la pena seguir adelante, seguir luchando…

—Hola. –sonó dulce al otro lado de la pared-.

—No sabía si hoy… vendrías.

—Sólo a despedirme. Mañana no estaré. Quiero decirte que jamás te olvidaré. Que eres y serás importante en mi vida. Que sigas adelante. Todo esto terminará y podrás correr por la playa, como deseas. Salir a ese mundo que te lo puso tan difícil. Por mucho tiempo que pase, no olvidaré todas las horas compartidas, todo el cariño que me has dado –su voz se quebró por un instante-.

Jonás no podía con el dolor en su garganta. Una mano invisible le retorcía el corazón y le oprimía el pecho hasta no dejarle apenas respirar.

—Dime, al menos, tu nombre.

—No puedo hacer eso… no tiene sentido. Me marcho…

—Por favor…

—Ángela -susurró-.

Un silencio invadió la habitación de Jonás, que imaginaba a Ángela sentada en el suelo, igual que él, al otro lado del acolchado tabique.

—Adiós, amigo. Hasta siempre…

—No, por favor… no te vayas. –Ya era un lamento incontenible.

Un mar de lágrimas se apoderó de Jonás, que escuchó como unos pasos se alejaban, se llevaban al amor de su vida de su lado… para siempre.

Esa misma noche, dos empleados del psiquiátrico daban la alarma.

Jonás yacía en el suelo, junto a la pared, como dormido.

—¿Qué ha pasado?

—Cuando entré a traer la cena, lo encontré… ya no respiraba.

—Pero hoy no se encontró mal.

—No, pero estuvo hablando solo otra vez. A la pared acolchada, como siempre…

—Pobre…

—Llama a Ángela que limpie y adecente todo esto. Voy a avisar para que se lleven a este pobre desgraciado.

—Ángela ya no trabaja aquí, jefe, se marchó esta misma tarde…

—Es verdad. Bueno, pues llama a la nueva auxiliar… como quiera que se llame. Total, el nombre es lo de menos.

Natacha

26 comentarios:

Autores Reunidos dijo...

Amiga Natacha...
Al finalizar la lectura de tu relato, parece que son más las palabras que utilizas para describir todo lo que transmites. Evocas cantidad de sensaciones, pensamientos y emociones que no sólo hablan de amor, sino de la vida desde el amor, desde el confinamiento de alguien que acepta su estado pidiendo a cambio algo que para casi todos sería minúsculo, pero para Jonás, es su vida.
Me ha gustado mucho tu escrito; tus formas pausadas de dar importancia al significado más allá de la expresión, así directamente aparece la vivencia que no se ve y lo más silente es reflejado en casi cada línea que se va definiendo lentamente en la situación, pero que ésta es simplemente anecdótico pues, lo importante es lo que ha sucedido, no el donde...
Rozas la esencia desde el aforismo...

Un beso, estimada amiga.
Emig

Anónimo dijo...

Hola Natacha, como mi mente (mejor dicho, micorazón) etá tan dividida entre dos amores, al principio me vi reflejada en ella: me voy, vuelvo a mi vida, ésto ha sido un sueño que no puede continuar...

El final, ¡es tan sorprendente! Inesperado. Me ha gustado, de verdad.

Un besito. reina

Marinel dijo...

¿Qué importa si el alma duele hasta partirse y volar tras el ser amado que se aleja desesperadamente?¿A quién le importa?.Sólo al que entiende que el amor va más allá de la locura, de la imaginación que le da forma corpórea y real.
Nada importa el lugar donde se establezca el encuentro amoroso, nada importa que la soledad sea compañera fiel e impuesta.Sólo importa que la razón del amor traspasa el acolchado,la pared más dura, y sin él...tan sólo queda la muerte como salvación...
Quizá te parezca un poco drástico esto,Natacha querida, pero es lo que me ha inpirado tu relato, que me ha encantado, por cierto.
Besos.

Nuria dijo...

Pero Natacha, qué relato.
¡¡¡FELICIDADES!!!
Vamos, si es que no sé, no me sale nada.
¡FELICIDADES!
Un abrazo

PD: Seguro que a lo largo del tiempo leeré varias veces este relato.

alicia barajas dijo...

Muchas gracias Natalia por regalarnos este maravilloso relato que contiene todos los elementos necesarios para transportarnos y hacernos vivir la angustia y la liberación del pobre Jonás. Me ha gustado mucho... ya te lo he dicho alguna vez: ¡eres un portento! Un abrazo: Alicia

Ana Garcia dijo...

Un relato estupendo y un final sorprendente Natacha!! Un nombre sí tiene muchísima importancia, sobre todo cuando la intención es hacerle la vida más fácil al que pide ayuda a gritos. Lo triste es que Jonás nunca podrá decirle cuánto la amaba.

Maravilloso Natacha, un beso enorme.

Bowman dijo...

Poco puedo comentar porque estoy sin palabras. Me ha encantado el enfoque, el estilo, la técnica, la idea... todo. Es impresionante.

¡Me lo quedo!

Además de un precioso relato, ¡eres tan visual y tan plástica! No lo leo... lo veo todo. Estoy allí. No es ficción, es real. Está sucediendo.

Felicidades Tachita

La Rizos dijo...

Uf... qué relato. He tenido que leerlo dos veces, porque de veras me ha impresionado. No sé que decir ahora... precioso y cruel, duro y dulce, triste y hermoso...todo a la vez. Felicidades, Natacha.

Patricia López dijo...

Querida Natacha, al leerte me invadió una sensación que no sé describir... paradójico, no? A mí que me encanta usar las palabras, sentirlas, vivirlas... no encuentro las apropiadas.

Sinceramente me encantó, lo releí y me gustó más aún. Bellísimo y tierno, triste y profundo...

El nombre... no es lo de menos, no para quien ama. El nombre transporta, seduce, enamora, se mete en uno, lo hace soñar...

Gracias por mostrarnos la belleza de tu alma, una vez más.
Un beso hasta el cielo :)

Esther dijo...

Natacha me has hecho hasta llorar con este relato ¡qué intenso! y encima resulta que ella era la enfermera que lo cuidaba Angela que estaba al otro lado de la pared,pero que el sin saberlo esa voz tenía cara a diario...

El final uff que triste el murió de amor no pudo seguir con su vida sin ella eso si que es un amor fuerte.

Muchos besos

Jorge dijo...

Un buen relato en lo que dice y como lo dice. Buena tecnica, no solo con sorpresa, sino con el contraste que marca en como diferentes personas verian la misma escena de manera tan diferente, sin comprender los profundos significados que tendria para el protagonista. Es otra manera original de tratar el tema del mes. Me hace acordar al filme "Juan de Marco", con Jhonny Deep,donde el amor era una especie de locura que vivia el protagonista, pero que le daba sentido a su existencia.
Un beso desde el sur, amiga.

I. Robledo dijo...

Amiga, ¡felicidades!, que relato tan magnificamente elaborado... Como pasas de aqui a alla, como si nada... Me ha encantado, y mas todavia el final, en el que nada "se deja en el aire". Todo esta alli, para el que lo quiera ver, claro.

Un abrazo, querida amiga y me reitero en la felicitacion.

Natacha dijo...

Estoy emocionada de tantos halagos que no merezco. Confesar que mi mente es mucho más retorcida de lo que algunos habíais pensado.
No sé cuántos de vosotros tendréis la misma frecuencia sintonizada en vuestro cerebro que la mía, jaja.

Veo que muchos... yo pensaba que no me había expresado con claridad. De todas formas, no me quedo a gusto sin terminar aquí el relato, sin dar mi visión y mi conclusión.


Ahí va mi retorcida y escondida moraleja del cuento...

"Jonás, al escuchar que es Ángela, la mujer que le habla y escucha durante horas, cae en la cuenta de que es la enfermera que entra día tras día a su cuarto a limpiarle y dar su medicación...
Ella estuvo allí delante todo el tiempo. La tuvo, rozó su cuello cuando ella se inclinaba sobre él... olió su aroma... vio su piel.. ¡y nunca la reconoció! pensó que era simplemente la compañera de cuarto, al otro lado de su pared... Al otro lado de la pared, no había otra habitación. Estaba el cuarto de enfermeras...
La tristeza de esa ceguera le mata"


Moraleja: " a veces tenemos al amor de nuestra vida delante de nuestras narices y no nos damos cuenta, hasta que se va. Entonces le reconocemos... tarde..."

Ese era mi enfoque, muy solapado, lo reconozco. ¡Si es que sois unos linces!

Escribir es maravilloso.
Hoy he aprendido que las historias cambian tras el color de nuestra mirada. Gracias.

Besitos para todos. Sois geniales.
Natacha.

alicia barajas dijo...

Natacha... se me está yendo la onda!!!!!!! al revisar mi comentario me he dado cuenta de que te he llamado Natalia en vez de Natacha... Bueno, te dejo que me llames Elisa en lugar de Alicia algún día... Ja, ja, ja... Un beso preciosa.

María dijo...

Natacha, cielo, estás hecha una auténtica "as", escribes deliciosamente bien y yo te felicito por ello y te doy la enhorabuena, ha sido un placer venir aquí a este blog encontrándome con un relato tuyo inesperadamente.

Un besazo, mi niña.

Layla - Noche Hermosa dijo...

No tengo palabras..

paso luego y escribo algo mas completo...por ahora voy a leer el relato una vez mas.

Excelente Natacha.

Sendieva dijo...

JO NATA!!! que tristeza me ha entrado al leerte a la vez de llegarme esta hermosa historia, que preciosidad de texto, no se ni que decirte, aunque tampoco me sorprende viniendo de ti...

Precioso mi querida miga, precioso...

Muchos besos maravillosa mujer

Sabela dijo...

Natacha, ¡felicidades! ¡cómo me gustó tu historia! escribes de lujo y dá gusto leerte, lo haces con tal fluídez que te lleva al final sin detenerte ni siquiera a la vuelta de la esquina, manteniendo la atención del lector en todo momento... de nuevo ¡felicidades!
Abrazos.

Emig dijo...

Natacha... tu añadido además de precioso resulta tierno y quizás cierto en la vida real. Aunque en tu caso del relato la ternura se convierte en amargura, en realidad la conclusión del mismo hace que pensar en lo que dices sea dar importancia a algo que seguramente sea real...

Sigo sonriendo con tu relato.
Besos!

Autores Reunidos dijo...

De nuevo, muchísimas gracias a todos por ser unos críticos tan fantásticos y benévolos. Estoy encantada con teneros, con compartir esto tan hermoso que crece y crece.
Un beso cariñoso para cada uno de vosotros.
Emig, Reina, Marinel,Nuria, Alicia, Fair lady, Bowman, Rizos, Patrulich, Esther, Jorge Fenix, Antiqva, María, Noche hermosa, Sendieva y Sabela.

Sin vosotros esto no tendría ni pies ni cabeza.
Natacha.

Elsis dijo...

Querida Natacha, me encantó esta historia con un final realmente inesperado.

Felicitaciones!

Besitos, mi niña!

Conchi dijo...

Natacha, felicidades por tu relato. Hija, qué habilidad tienes para todo, hasta para llevarnos por el camino de la intriga... La verdad es que pensé que Jonás estaba en la cárcel. uff, no sé por qué, jeje. será que tengo la mente un poco rara ahora.
Bueno, lo dicho. Que enhorabuena por el relato y por tu magnífica idea de este blog!
Un abrazo.
Conchi

Natacha dijo...

Elsis y Conchi, muchísimas gracias por pasar, por leer y por ser tan adorables como siempre.
Estoy contenta de como se van desarrollando las cosas.
Un beso, preciosas

AHEO dijo...

Hola Natacha! pues que te digo, que he quedado con una sensación y deseo de saber siempre quien me da ternuras o quiere obsequiármelas y manifestar el querer hacerlo yo...decirlo siempre... esto por un lado, por otro, que tu texto me confirma aquella frase de "la primer caricia que puede ofrecerse a alguien es hablarle por su nombre", el protagonista no se queda pensando o imaginando uno para su amor sino que lo pregunta para saber como llamar a todas esas emociones surgidas al envolverse en amor... esta quizá no sea la primer caricia que le haya brindado él, pero sí la más hermosa y pienso que en eso radica ser la primera.
Me ha gustado tu relato.
Un abrazo!
Haydeé :)

Leznari dijo...

Que triste relato Natacha, pero a la vez me ha conmovido, esto si que es una verdadera historia de amor, Jonás y Angela.
Me ha encantado.
Besitos mi niña.
LEZ

Autores Reunidos dijo...

Haydeé y Leznari, muchísimas gracias por esas bonitas palabras.
Siempre es emocionante que algo que has escrito sea entendido y apreciado.
Gracias amigas, por leer y comprender.
Natacha.