ESTAMOS PUBLICANDO AHORA LOS RELATOS DE: GÉNERO: "LIBRE"; TEMA: "EMPECEMOS JUNTOS".

ÓRDEN DE PUBLICACIÓN EN EL LATERAL DEL BLOG. DISFRUTAD DE LA LECTURA, AMIGOS.


domingo, 31 de agosto de 2008

SÓLO PIENSO.

Sólo pienso... sólo pienso... sólo...
Sé que estás aquí, en mi cabeza.
¡Ay! ¡Me duele!
Me duele que estés en mi cabeza y no poder sentir tu respiración.
A su vez eres maravilloso, eres como te imaginaba, eres el amor que iba construyendo con cartas y dibujos al que pudiera ser mi novio cuando fuera mayor.
Ahora me hago mayor y estás en mi mente, sigues encerrado.
Quiero que salgas, quiero verte de forma real...
Me dará vergüenza, estoy segura.
Querré abrazarte y a su vez observarte tras un papel traslúcido.
Me da miedo pensar que seguirás en esa prisión, me da miedo que te hagas realidad....
Me siento rara, confusa, queriendo escapar de la mirada que veo en cuanto te imagino de nuevo.
¡Ah! ¿Qué me pasa? ¿Qué hago contigo?
Te quise imaginar, quise ir mas allá, quise que fueras real y ahora soy yo.
Me he convertido en la prisionera de esos ojos, de esos sentimientos que se fueron formando contigo en mi cabeza..
Ahora... ahora no puedo escapar ¡Ayúdame por favor!
Estás conmigo y no me dejas...
Quiero olvidarte y ahora te has hecho más fuerte que yo, más fuerte que el dominio que tenía yo sobre tí cuando empecé a dibujarte...
Por favor, dime que no es verdad, dime que no me he vuelto platónica, dime que no...
Ahora estoy en tu mente, ya no soy más que alguien transparente.
Noto tu ilusión al imaginarme, siento que me quieres, siento...
Siento que me estás olvidando. ¡No! No me dejes morir ¡No!
Me faltan las ganas, la sonrisa, la mirada, me falta... la respiración
Me faltas tú...
¿Dónde estoy?
Ya no me lo pregunto, desaparecí siendo un amor platónico.

TE QUERRÉ SIEMPRE DESDE TU OLVIDO

Nuria Santos

viernes, 29 de agosto de 2008

AL OTRO LADO...

Sobre el suelo se sentó, tras dejar escurrir su espalda por la pared.

Abrazando sus rodillas pensó, una vez más, en esa voz. Esa mujer que escuchaba cada lamento, cada problema. Ella podía saber cuando se sentía triste o esperanzado. Tantas horas conversando, tantos secretos compartidos, tantas confesiones de sus miedos…

Ella, con esa cálida voz… imaginar su rostro, sus ojos, tantas veces llenos de lágrimas solidarias y comprensivas, era un juego al que se abandonaba con frecuencia. Unas dulces manos con las que soñar. Ciertamente se había enamorado de ella, de su voz, de su luz, de su alma…

Jonás estaba hoy mal, muy mal. Ella se marchaba, para siempre… A intentar, después de casi un año, recuperar su vida. Intentaría salir a flote una vez más, tal como ella le había contado. Sabía todo de su vida, sus hijos, su esposo… volver a empezar de nuevo, una oportunidad más para ser feliz…

Jonás no era tan afortunado. Le esperaba la soledad… otra vez. El tedio en aquel cuarto blanco, con su ropa blanca y sus blancas sábanas.

“Enloqueceré ahora para siempre. Cuando ella se marche con los suyos. Ella es el ángel que Dios puso en mi vida. ¿Por qué ahora ha de quitármelo? Tan solo deseo oír su voz, su compañía. Amarla en silencio”.

Un leve sonido, como cada día a la misma hora, le sacó de su ensimismamiento, de sus lágrimas y de sus miedos. Ella estaba allí para dar sentido a su día. Para decirle que hoy también valía la pena seguir adelante, seguir luchando…

—Hola. –sonó dulce al otro lado de la pared-.

—No sabía si hoy… vendrías.

—Sólo a despedirme. Mañana no estaré. Quiero decirte que jamás te olvidaré. Que eres y serás importante en mi vida. Que sigas adelante. Todo esto terminará y podrás correr por la playa, como deseas. Salir a ese mundo que te lo puso tan difícil. Por mucho tiempo que pase, no olvidaré todas las horas compartidas, todo el cariño que me has dado –su voz se quebró por un instante-.

Jonás no podía con el dolor en su garganta. Una mano invisible le retorcía el corazón y le oprimía el pecho hasta no dejarle apenas respirar.

—Dime, al menos, tu nombre.

—No puedo hacer eso… no tiene sentido. Me marcho…

—Por favor…

—Ángela -susurró-.

Un silencio invadió la habitación de Jonás, que imaginaba a Ángela sentada en el suelo, igual que él, al otro lado del acolchado tabique.

—Adiós, amigo. Hasta siempre…

—No, por favor… no te vayas. –Ya era un lamento incontenible.

Un mar de lágrimas se apoderó de Jonás, que escuchó como unos pasos se alejaban, se llevaban al amor de su vida de su lado… para siempre.

Esa misma noche, dos empleados del psiquiátrico daban la alarma.

Jonás yacía en el suelo, junto a la pared, como dormido.

—¿Qué ha pasado?

—Cuando entré a traer la cena, lo encontré… ya no respiraba.

—Pero hoy no se encontró mal.

—No, pero estuvo hablando solo otra vez. A la pared acolchada, como siempre…

—Pobre…

—Llama a Ángela que limpie y adecente todo esto. Voy a avisar para que se lleven a este pobre desgraciado.

—Ángela ya no trabaja aquí, jefe, se marchó esta misma tarde…

—Es verdad. Bueno, pues llama a la nueva auxiliar… como quiera que se llame. Total, el nombre es lo de menos.

Natacha

lunes, 25 de agosto de 2008

AMOR ENTRE LINEAS DISCRETAS

La primera vez que vi a Liliana, me atrajo inmediatamente como si fuera la única persona presente. Para mí, ciertamente, era la única que importaba. Me gustaría creer que la sensación debió ser mutua, porque nuestras miradas se encontraron, nos aproximamos, y comenzamos a charlar animadamente.

No tardamos en encontrar intereses en común, en los estudios, las comidas, los pasatiempos. Allí donde no coincidíamos, cada una de nuestras almas se complementaba con la otra. A mí me gustaron siempre los juegos de palabras, mientras que ella resultó ser buena con los números.


En medio de la fiesta en que nos encontrábamos, ya no prestábamos atención a compañeros y amistades, ni hacía falta que nos presentaran. Una sensación de déjà vu recorría mi cuerpo como una corriente cálida, como una buena señal. Yo notaba en ella las pupilas dilatadas que denotaban interés, simpatía, la proximidad de su cuerpo con el mío, el tono de su voz, todo aquello que quisiera que fuera exactamente lo que a mí me gustaría interpretar.


Mi pasado reciente había sido difícil, y el hecho de viajar para estudiar en la universidad solo había sumado más stress a mis días. Mis padres no me comprendían. Algunas de mis amigas me criticaban y mis amigos pensaban que yo era libriana, cuando en realidad soy de Aries.


Con Liliana todo estaba bien, y si algunos creen que la primera impresión es la que cuenta, yo agregaría que en nuestro caso las siguientes impresiones reforzaban la primera. Nos encontramos muchas veces para conversar, para estudiar, la escuché hablar de sus problemas, y la abracé cuando lloró sobre mi hombro por el final de la relación con su novio. La reconforté, le levanté el ánimo, le ayudé a pensar en otras cosas mientras salíamos juntas.


Llegó el momento en que me atreví a proponerle que viva conmigo, que compartamos los gastos de alquiler y dividamos las tareas cotidianas. Cuando aceptó, me sentí mucho más feliz de lo que ella percibía.


No sólo somos buenas amigas, ni somos exactamente como hermanas, aunque la conexión entre ambas es así de sólida. Siento como si nuestras almas hubieran estado juntas hace mucho tiempo, quién sabe si en otra vida, y ahora hubieran vuelto a encontrarse y unirse.

Cuando la contemplo durmiendo, como ahora, no puedo dejar de notar lo que los griegos calificarían como ideales de belleza: la simetría y las proporciones de sus formas, la manera en que se destacan las luces y sombras sobre su cuerpo. Noto el suave ritmo de sus movimientos respiratorios y la completa paz y relajación que expresa su rostro, como un ángel descansando, como una princesa que esperara ser despertada con un beso. Quisiera pensar que en estos momentos tiene los mismos sueños que yo he tenido con ella, los que tendré dentro de poco, cuando vaya a mi cuarto y también me acueste.

Ya voy, Liliana de mis sueños, confiando en que un día también en los tuyos nos encontremos.


Jorge Fénix

viernes, 22 de agosto de 2008

AMORES

A SENDIEVA, que seguro que reconoce algunos de los lugares que se citan en el texto.

Antiqva, cuando era niño, tuvo un amor platónico, lo que ocurre es que entonces la gente del barrio no sabía quién era Platón y los amigos, cuando veían que Antiqva entraba en éxtasis, se limitaban a decir: “Vaya, ha visto de nuevo a Lucía y otra vez se ha quedado embobado.” Esa expresión infantil, tan certera, y otras de tipo similar, terminaron creando en la confusa mente de Antiqva la idea de que el “amor platónico” debía ser cosa de “bobos”, ya que él, de hecho, cuando se cruzaba marginalmente con aquella niña de cabello rubio y ojos azules, era así como se sentía.


En aquellos tiempos, Antiqva estudiaba en el colegio estatal “Miguel de Cervantes”, en la planta de los niños, en tanto que Lucía lo hacía en un cercano colegio de monjas (las “Hermanas de los Pobres”), lo que hizo que jamás pudiera coincidir con ella en alguna actividad de tipo escolar. Aquello dificultaba de manera notable las posibilidades de encuentro físico. Jugaba, además, en contra de Antiqva el hecho de que los padres de aquella bella criatura la criaban y educaban con extremo celo, de modo que nunca se la veía en la calle, salvo los domingos, en que a la hora del paseo salía con sus padres y hermanos. Aquella familia vivía en una casa bastante grande, de hecho contaba con un patio inmenso en su interior, de modo que era en ese espacio en el que, cuando dejaban abierto el portón de acceso, Antiqva podía ver, desde la calle, “perdida la razón”, como la niña jugaba con alguna de sus amigas.


En alguna ocasión, el niño, invadido por una insufrible tensión, aprovechando que sus amigos, descuidados, entre risas, se habían alejado del lugar, había intentado penetrar en aquel “sagrado” espacio pero lo cierto es que sus intentos de aproximación siempre resultaron vanos. En aquel lugar, apacible en apariencia, habitaba un monstruo de feroz aspecto, el perro “Barbas”, que en cuanto Antiqva atravesaba el portón, al encuentro de su “amada”, salía de algún insospechado rincón y en un contexto de ladridos estrepitosos le ponía en fuga sin miramiento alguno. “No corras, no corras, que es peor… Además, no ves que no muerde…”, exclamaban las niñas, mientras con sus alborotadas risas se unían a los ladridos de la fiera contribuyendo a romper el silencio de la tarde.


De modo que Antiqva, a su pesar, nunca pudo acercarse a menos de quince metros de aquella encantadora criatura que tanta turbación le producía. Comprenderéis, amigos, que con estas explicaciones, uno, de momento, no sea capaz de brindar el tan deseado “final feliz” a esta tan entrañable como ya casi olvidada historia.


No obstante, como cualquier situación es siempre susceptible de empeorar, pasados algunos años, la cosa, incluso, se complicó. Era entonces Antiqva uno de esos jovencitos “asimétricos” que no parecían gozar de demasiado “sex appeal” entre sus amigas, algo que posteriormente, muchos años después, habría de ser acreditado gracias a unos rigurosos estudios que expertos británicos de la Universidad de Brunel habrían de publicar en la prestigiosa “Proceedings of National Academy of Science”.


Ese acontecimiento que agravaría de manera irreversible esas “ansias amatorias” de Antiqva hacia aquella vecinita tan bella como insondable tuvo lugar en una de las sesiones de baile que se celebraban en el barrio con motivo de la verbena popular que todos los años se montaba en el mes de julio en el cercano Paseo de Farnesio. Aquella tarde, nuestro jovencito había acudido a la verbena, acompañado de un grupo de amigos, algunos todavía residuales de aquellos tiempos en que él se había mostrado con frecuencia “embobado” al contemplar los encantos de su idealizada ninfa, y resultó que allí estaba Lucía, en medio de otro grupo de amigas, y nuestro joven lo tuvo claro: “Esta es la ocasión –pensó- no puedo dejar pasar esta oportunidad, la tengo que sacar a bailar como sea, ahora que no está por aquí ese maldito perro.”


Y Antiqva, sin dudarlo, se acercó al grupo de jovencitas con la decisión tomada de conseguir aquella tarde, como fuese, bailar con la niña, que por cierto “lucía” angelical con el adorno de sus bellísimos rizos dorados. Llegó nuestro joven al grupo y en el momento en que, nervioso, estaba saludando cortésmente a las muchachas pasó algo inesperado que habría de destrozar, sin miramientos, los planes que se había trazado:


“¡Antiqva…! –escuchó decir a otra jovencita de aspecto igualmente angelical, que le regalaba una sonrisa bellísima- ¡qué alegría verte por aquí…! ¡Vamos a bailar un poco…!”


Aquel otro ángel se llamaba María.

ANTIQVA


martes, 19 de agosto de 2008

¡Se levanta el telón!

Queridos amig@s, pues aquí estamos con toda la tarea hecha. Se abre la veda. A partir de ahora podéis ir mandando vuestros relatos.

Unas pequeñas normas.
Todos los relatos serán del género elegido cada mes, en este caso "Romántico" y versarán sobre el tema: "El amor platónico". El desarrollo del mismo es lo divertido de este juego. Cada uno podrá contar lo que desee.
A los participantes oficiales (en el lateral) se os va a enviar una plantilla sobre la que escribir vuestro relato, con las especificaciones necesarias. (Tipo de letra... etc.). En cualquier caso, dicha plantilla, pinchando en el banner del género y tema mensual, se bajará automáticamente a vuestro equipo. 

Los que no estáis inscritos en el lateral como colaboradores, podéis solicitar la plantilla y resolver las posibles dudas en el correo autoresreunidos@gmail. com , así como apuntaros al proyecto, para facilitarnos las comunicaciones que fueren necesarias.

Recordad que el plazo está abierto. Que acaba el 15 de septiembre, sin remedio. Si no llegáis a tiempo, siempre podéis participar en la siguiente convocatoria...

Gracias a todos por colaborar en este novedoso y maravilloso proyecto, donde hemos puesto mucho cariño, mucha ilusión y las ganas de aprender unos de otros y conocernos algo más.
¡Ah! Habrá un detalle para el mejor...

Un saludo y un beso,

Autores Reunidos.

viernes, 15 de agosto de 2008

Un nacimiento

Como un nuevo niño, hoy, 15 de agosto de 2008, nace este blog. Con la intención de ser un lugar de reunión, de lectura y tertulia.
Abierto a cualquier modificación o cambio que mejore su funcionamiento. Abierto también a todas las sugerencias que permitirán mejorar cada día.
La intención será publicar relatos cortos, de diferentes autores, aunque de manera ordenada. Cada mes un tema distinto...

De manera dinámica se irán publicando los relatos que los autores vayan escribiendo, que respetarán el orden y el tema propuesto del mes.
Cada relato será una entrada distinta con el tema en común.
Todos los relatos que lleguen al correo, de cualquier autor, serán publicados siempre y cuando respete las normas de educación y estilo de este espacio.
No se admitirán textos dañinos para la sensibilidad. Así mismo el autor deberá incluir las imágenes que desee en su texto, indicando la procedencia si es necesario.

Cada relato irá firmado por el autor en la forma que éste desee.

Gracias por todas las sugerencias. Espero vuestras ideas y vuestras opiniones. También espero poder incluir a muchos nuevos autores mientras dejamos pasar un mes para que todos podáis pensar en esta propuesta.

Os invito a participar, será una experiencia hermosa y ofreceremos lectura tan variopinta que nadie podrá resistirse a leer nuestros relatos.
Gracias y quedo a la espera de vuestros comentarios y correos..
Comenzamos el próximo 15 de septiembre...
Un saludo,

Un lacasito.

Autores reunidos.

domingo, 10 de agosto de 2008

Autor

Ideas que son a veces como sombras y latidos, que se mueven sinuosas y aparecen claras, cuando el espesor de la creatividad se alumbra de cualquier circunstancia plausible.
Cuando no se piensa al escribir. Cuando simplemente se escribe y lo que va apareciendo en forma y fondo va llenando ese blanco del monitor o del papel, con la satisfacción de que algo está saliendo de uno mismo; cuando el ingenio está en funcionamiento, y los dedos como taquígrafos profesionales, cumplen su cometido exteriorizando con palabras escritas la imaginación, la chispa desde la lucidez del momento, quizás la vivencia escondida, sumida en el recuerdo hasta ese instante.
Un género, un tema, no es un condicionante para la escritura, sino una primera piedra que mueve aquello que sabemos decir casi enseguida, como un fluido que nace desde ese manantial que somos, o bien, ese género, ese tema, nos mueve la creatividad de la palabra escrita y miramos con ella a nuestro interior, porque hemos decidido en vez de que alguien nos cuente una pequeña historia, que hoy es el momento de contarla nosotros; practicando desde el silencio de nuestros pensamientos cotidianos, y viviendo la quietud del camino silente de la fantasía, sintiendo como el sonido de las teclas abre esa puerta y, tan solo rozar su umbral, encontramos en ella algo nuestro por conocer, aunque no sea verdad para nadie, quizás ni para nosotros, pero es nuestra historia, la que imaginamos, la que deseábamos contar hace tiempo y no sabíamos dónde ni como ni cuándo…
La sonrisa aparece soberana tras las primeras palabras escritas. Las frases son puentes invisibles, inviables desde la realidad, o quizás, limpiamente, lo que hacen es reinventar un momento que se avecina lentamente, como cualquier sinfonía clásica, que en conjunto es la maravilla de alguien, entre silencios y acordes invita a un mundo diferente, pero al escucharlo, en ese momento es real. También la escritura lo es, para quien la escribe, como para quien la lee…
Así pues, nadie es autor hasta que un buen día abre su puerta y simplemente escribe. Se deja llevar, aunque al principio no entienda hacia dónde, porque cualquier paso, cualquier instante, sensación, motivo, argucia, trama, argumento… está esperando nacer, desde ese autor que somos todos, con lo cual, el dónde aparece, el cómo y el porqué, a la vez que escribimos, lo descubrimos.

Autores Reunidos